viernes, 25 de octubre de 2013

Benjamín Sanz Navarro



El rastreo como metodología para el estudio de la fenología de los rastros y su potencial relación con la densidad poblacional del conejo
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El rastreo como metodología en el estudio de especies y poblaciones de mamíferos




Resulta evidente la falta de conocimiento que sobre los mamíferos se tiene, resultado lógico de ser animales esquivos y difíciles de ver. En este sentido hay distintos métodos para verlos, conocer su existencia y estudiar sus poblaciones.

Conocer los rastros de los animales no es difícil con la bibliografía adecuada y MUCHAS horas de rastreo en lugares especialmente ricos en fauna y rastros. Los excrementos resultan mucho más complicados en algunas especies, pero no en otras. Guaridas, marcas o ciertos tipos de rastros de alimentación y marcas son otros rastros más fáciles de aprender a reconocer.

Presentación                                                                                                                                              
Esta metodología de rastreo pretende conseguir dos cosas, la primera y más importante es reivindicar el rastreo como principal metodología de trabajo con los mamíferos. En segundo lugar valores estadísticos que nos permitan su seguimiento y estudio. Esto último no es fácil con algunas especies, con otras es más sencillo, en unos nos permite un seguimiento puntual, en otros solo sirve a largo plazo.
El conejo es una de las especies que nos permite estudiarlo a través de sus rastros por la cantidad y variedad que nos deja.

            1 La metodología aplicada al conejo
            2 La Ardilla y las hozaduras del jabalí
            3 La metodología aplicada a biotopos
            4 Comentarios a cada especie
            5 Pros y contras de la metodología

1 El conejo


El conejo es una especie que llega a ser extraordinariamente abundante y deja un numeroso grupo de "tipos" de rastros: huellas, letrinas, excrementos sueltos o en pequeños grupos, escarbaduras, huras y marcas en la vegetación.
Su etología de marcaje permite un estudio de sus poblaciones a través del rastreo, gracias a que diversos tipos de rastros no se ven influenciados (letrinas, escarbaduras y excrementos sueltos) por el clima o el sustrato, a diferencia de las huellas, cados excavados, marcas de alimentación o revolcaderos.
Se usa el conteo de excrementos para hallar densidades de conejos ya que si hay conejos defecan. Pero el resto de rastros se presentan de forma muy aleatoria y eso los convierte en un problema a la hora de valorarlos. Incluso teniendo unos valores comparativos la pregunta sobre la presencia de escarbaduras o el uso de las letrinas puede tener un componente estacional muy grande, por lo que no sabemos si los valores obtenidos representan una densidad de conejos o un uso muy intensivo de una zona concreta en determinadas épocas. Realizar varios transectos en paralelo ocupando una determinada extensión permitiría evitar este sesgo.

Rastros no válidos
Las huellas se ven muy influenciadas por el tipo de sustrato y las condiciones en las que se encuentra éste en el momento de realizar un transecto. Las marcas en la vegetación pueden pasar muy desapercibidas y ser confundidas con las de otras especies. Las huras son fácilmente localizables en unos sitios, pero no así en otros, por otra parte una hura puede llevar mucho tiempo abandonada y por lo tanto no ser significativa de la presencia de la especie en ese momento. Además hay distintas zonas en las que debido al tipo de sustrato el conejo no excava huras, encamando entre la vegetación espesa, entre rocas o muros de piedra seca.
Estos tipos de rastros no sirven para obtener unos datos reales de la densidad y la variación de ésta en el tiempo, ni comparar densidades relativas entre distintas poblaciones.

Rastros válidos
Las letrinas son persistentes en el tiempo, aunque no siempre las usan con la misma intensidad, algo similar ocurre con las escarbaduras, en cambio los excrementos sueltos o en pequeños grupos tiene una corta duración. Si el conejo desaparece también lo hacen en semanas o pocos meses las letrinas y escarbaduras, los excrementos sueltos en un corto espacio de tiempo de días o pocas semanas dependiendo de las circunstancias. Por lo tanto las letrinas, los excrementos sueltos y las escarbaduras son tres tipos de rastros que nos permiten conocer, por un lado la presencia/ausencia en el momento del transecto y por otro una densidad relativa y ver su evolución en un seguimiento a largo plazo.
Contar solo con los tipos de rastros "válidos" nos permite comparar zonas y biotopos distintos, pues estos tipos de rastros no se ven influenciados por ningún factor que los sesgue, excepto la fenología del marcaje.
Para el seguimiento de un transecto prefijado en el tiempo y en una zona dada se puede contar también con los rastros "no válidos", como las huras y las huellas,  ya que las condiciones de cobertura, sustrato, etc. van a ser las mismas, teniendo en cuenta que las huellas sí que se van a ver influenciadas por la humedad del sustrato, aunque este problema se minimiza mucho debido a que las huellas se pueden mantener durante semanas después de ser impresas, evidentemente esto está muy influido por el tipo de sustrato y el clima.
Teniendo claro la utilidad de estos tres tipos de rastros válidos, excrementos, letrinas y escarbaduras hay otro handicap no menos importante que el tipo de sustrato, la cobertura o tipos de rastros inadecuados, a la hora de plasmarlos en  unos datos estadísticos útiles para el seguimiento de una población de conejos: su alta o baja densidad de aparición. O sea, no hay problema en un transecto por una zona con bajísima densidad de conejo en anotar todos y cada uno de los rastros que aparecen, pero en zonas de media y alta densidad de conejos es absolutamente imposible. Además la acumulación puntual de letrinas y sobre todo escarbaduras en determinados lugares sesgarían excesivamente los datos (aunque esto nos indica el uso que hacen de su territorio y la mayor o menor querencia por las distintas zonas de éste). ¿Cómo se soluciona este problema?, una forma sería escoger unos valores según la densidad de rastros, por ejemplo:
-          1 (baja densidad), 2 (densidad media), 3 (densidad alta), evidentemente esto se tiene que hacer a ojo y por su propia naturaleza no permite afinar mucho, además es fácil suponer que para quien está acostumbrado a altas densidades de conejo “muchos rastros” representa una cosa distinta frente a quien se mueve en zonas con bajas densidades.
-          2 Otra es parcelar el transecto, por ejemplo echando el aro de 1 metro de diámetro en distintas ocasiones y contar excrementos o escarbaduras.
La presente metodología es una variante del segundo método, se basa en transectos de una determinada distancia, divididos en tramos de 30 metros y contando con los rastros presentes en una franja de 5 metros. Pero incluso en un tramo tan corto como 30 metros puede resultar costoso contar letrinas y escarbaduras e imposible excrementos sueltos o en grupos, por lo que la opción es simplificar la toma de datos, de tal manera que no se cuentan todos los rastros presentes.
Se puede dar un valor de densidad tipo 1-2-3 en cada tramo de 30 metros. Asignar unos valores de densidad en cada tramo permitiría estudiar la densidad espacial de los rastros.
La opción ha sido tomar nota de todos los “tipos” de rastro que aparecen en cada tramo de 30 metros, pero solo una vez, o sea en cada tramo como máximo solo se puede anotar 1 letrina, 1 escarbadura y 1 excrementos sueltos o en grupos= 3 rastros. De esta forma los datos conseguidos no están sometidos a la aleatoriedad del observador del valor a elegir, ni a la variabilidad en la densidad espacial.
Sumado el resultado conseguido en todos los tramos del transecto obtenemos un número dado de rastros:
- Se pueden extrapolar a una distancia normalizada que permita la comparación entre transectos de distinta distancia. La distancia más adecuada parece el kilómetro, por lo que en cada transecto se obtiene un valor de rastros/kilómetro.
Esta distancia base, 30 metros, permite conseguir un valor estadísticamente significativo en el caso de una bajísima presencia de rastros, evitando que este valor se dispare en las zonas de altísima densidad. Menos de 30 metros aportaría más datos con rastros muy escasos y afinar más, pero con rastros abundantes los datos se dispararían. En cualquier caso la distancia adecuada debe ser testada.
El hecho de segregar los "tipos" de rastro en vez de anotar una cita de forma genérica, sea cual sea el tipo de rastro, es importante. Letrinas o escarbaduras se concentran en determinados puntos del territorio y tiene una importante función de marcaje, en cambio los excrementos sueltos (o las huellas) indican zonas de paso, alimentación o concentración de individuos por cualquier motivo, esto nos habla del uso que del territorio hacen. Una concentración de letrinas o escarbaduras no tiene por qué ser significativo de la densidad de conejos a diferencia de los excrementos sueltos (o huellas), anotar en un tramo cada tipo de rastro y solo una vez ayuda a minimizar el sesgo que supone una concentración de rastros (letrinas y escarbaduras) o su dispersión (excrementos o huellas)

            Fenología de los rastros
Un problema añadido para valorar la aparición de los rastros y por lo tanto plasmarlos en datos útiles es la fenología de las escarbaduras y el uso de las letrinas.

                        Letrinas

Es evidente que si hay conejos defecan, por lo que los excrementos “aislados” pueden, en principio, ser un indicativo muy válido de la densidad de conejos y esto no dependería de la época del año, excepto que en las épocas de más uso de las letrinas defequen menos fuera de ellas y viceversa.
La gráfica muestra un patrón fenológico que se repite con un mínimo al final de primavera, seguido de un máximo en verano, una leve bajada a final de otoño y un máximo invernal
Esta gráfica muestra que el aumento de excrementos aislados va en paralelo al aumento del uso de las letrinas (se han descontado las letrinas que no estaban en uso pero que sí computan para las estadísticas de la metodología). Podría ser que en determinas épocas defequen más en las letrinas, pero en cualquier caso también aumenta la presencia de excrementos aislados. Por lo tanto tomar en cuenta cualquiera de las dos opciones: conteo de letrinas o conteos de excrementos aislados sería igual de válido
Como las letrinas se mantienen en el campo durante mucho tiempo, las usen o no, es un rastro en el que la fenología de su uso no tiene importancia para valorar su presencia. Y como parece evidente por las gráficas el conteo de letrinas o el de excrementos aislados aportan datos cuantitativos similares en su evolución a lo largo del año. Hay una premisa a tomar en cuenta: los excrementos aislados pueden pasar desapercibidos pues no siempre es un “montoncito”, o sea, una defecación completa, a menudo es un excremento solitario, pero las letrinas que llevan unas semanas sin uso también pasan fácilmente desapercibidas, así que en ambos casos puede haber un sesgo.

                        Escarbaduras
Las escarbaduras también tienen un importante factor fenológico pues no siempre escarban con la misma intensidad, por lo que este rastro puede tener un sesgo muy importante en relación a la densidad de conejos, ya que la misma cantidad de conejos dejan muchas escarbaduras en una época y muy pocas en otras, e incluso en la misma época la diferencia de una zona a otra es muy significativa.
Resultados de varios transectos en la misma zona en enero de 2017 y en un mismo biotopo, los resultados muestran datos muy dispares
Los tres transectos llevan una dinámica similar, aunque en ocasiones algo desplazada en el tiempo
y la fenología muestra un máximo invernal, un mínimo en verano seguido de otro máximo otoñal con una leve bajada previa al máximo invernal
Entre los datos de los excrementos y el uso de letrinas apenas hay disfunción siguiendo un patrón similar pero al comparar los excrementos con las escarbaduras sí que hay una importante disfuncionalidad, coinciden en el pico de otoño e invierno pero divergen en verano, lo que parece evidenciar una marcada temporalidad en las escarbaduras
            Cuando realizar los transectos
Al tratarse del estudio de rastros es imprescindible tener en cuenta el clima previo ya que fuertes y medianas tormentas prácticamente borran excrementos y escarbaduras que inmediatamente vuelven a reponer, pero habrá que esperar un tiempo prudencial de 5 o 6 días.
Trabajo específico que se realizó tras dos grandes tormentas que borraron todos los rastros excepto las letrinas. La idea era ver como se recuperaban los rastros en los días siguientes, de los dos grupos de flechas la primera es el día siguiente a la tormenta y la segunda el último día de toma de datos, las columnas que están fuera de los grupos de flechas son las tomas mensuales para comparar

Ejemplo en campo
Se ha realizado un seguimiento mensual desde enero de 2012 en tres zonas con diferente sustrato, cobertura y biotopo del prelitoral catalán (Bellvei, Tarragona):
Senda: es un pinar joven pero más o menos denso y el sotobosque impide ver mucho más allá de la senda. Imposible para presencia de huellas. 270 metros de transecto.
Pista: Es un pinar con poco sotobosque que permite ver bien los 5 metros. Sustrato duro que permite alguna huella. 240 metros de transecto.
Vides: Campo de vides que se rotura regularmente lo que permite ver muchas huellas (si no coincide con una reciente roturación o alguna labor agraria, cosa que ha ocurrido en varias ocasiones). 480 metros de transecto.
Olivar: Es una pequeña faja alargada entre el campo de vides y una riera, se encuentra unos 10 metros por debajo del campo de vides.

El hecho de haber escogido transectos en el interior del bosque, especialmente el transecto "Senda", con un sotobosque muy espeso nos habla de una característica muy especial de esta zona, cual es que los conejos viven en este biotopo, cosa que no hacen en otras zonas peninsulares o de forma muy puntual.
Entre enero de 2012 y diciembre de 2013 la toma de datos se basó en el tiempo empleado (el minuto era la base y el valor obtenido rastros/hora) y no en la distancia, a partir de enero de 2014 se ha utilizado la distancia (30 metros y rastros/kilómetro), por lo tanto hay algún sesgo entre unos datos y otros. Se realizaron algunas pruebas y en un minuto a la velocidad de rastreo se recorrían 30 metros aproximadamente, por eso se escogió esta distancia base. Por lo tanto los datos que reflejan las gráficas obtenidos de una u otra forma tienen un sesgo, mínimo  en  Senda y Pista y más significativo en Vides, aunque por diferentes circunstancias, especialmente por la evolución de la densidad a la baja, este sesgo entre unas tomas de datos y otras ha variado.
En principio se utilizó el tiempo, 2012-2014 porque en zonas inclinadas el GPS no mide correctamente la distancia, desde luego en un lugar llano la distancia es mucho menos aleatoria, pues la velocidad de desplazamiento varia incluso entre el mismo rastreador de un transecto a otro. A partir de enero de 2015 la toma de datos se basaba en la distancia tomada con GPS.
Esta metodología también permite ver la fenología de las escarbaduras o el uso de letrinas, aunque en las tomas de datos se apuntaban aunque no fueran recientes las primeras (se obviaron las más viejas que apenas eran reconocibles, cosa que ocurre en pocas semanas) y no hubiera excrementos recientes en las segundas (no estuvieran en uso)


Resultados escarbaduras










Resultados letrinas
El número de letrinas es escaso comparado con otro tipo de rastros, aunque en zonas puntuales se puedan acumular una cierta cantidad, además a menudo no es fácil saber si está en uso o no, en verano los excrementos se secan pronto y es más fácil, pero en invierno con la humedad y el poco sol los excrementos pueden parecen recientes semanas después de ser defecados, así que los datos de las letrinas tienen algún sesgo. Ocurre algo similar con los excrementos sueltos y en mucha menor medida con las escarbaduras, estos dos tipos de rastros son los más abundantes y los más indicativos de densidad de marcas y, al menos en teoría, de la densidad de conejos. En general la evolución de la densidad de los excrementos y las escarbaduras va pareja aunque en momentos puntuales difieran. En el seguimiento de estos tres años se aprecia un patrón claro tanto en la presencia de excrementos como en el de letrinas:
  1. Aumento de rastros desde final de verano
  2. Disminución a principios de invierno
  3. Aumento en invierno
  4. Descenso final invierno
  5. Aumento según avanza la primavera
  6. Leve bajada a principios de verano antes del aumento
Este patrón no se repite exactamente en las mismas fechas observándose un leve desplazamiento, presumiblemente esto puede estar influenciado por el clima, la densidad de conejos o ambas cosas. El año 2015 fue el más seco desde que existen registros y el invierno 2015-2016 batió el record de días sin lluvia, más de 90, lo que no se aprecia en la gráfica, hay que tener en cuenta que el año 2014 también fue muy seco. Los datos de 2013 no se han vuelto a alcanzar y la disminución de conejos y rastros es muy evidente a simple vista.
Resultados excrementos aislados
            Rastreos comparativos
Rastreos enero 2017 para ver comparaciones entre el número de letrinas y escarbaduras usadas en la metodología y las reales. Los excrementos es imposible contarlos por lo que el dato de rastros/km en excrementos son los datos de toma cada tramo de 30 metros al igual que el dato de rastros/km (en este están incluidos excrementos, letrinas y escarbaduras conforme a la metodología, 1 cita por tramo). Letrinas y escarbaduras son todas las que han aparecido en el rastreo.



No se han anotado, esto es importante, excrementos y escarbaduras que se consideraban “viejas”, lo cual a veces puede no resultar sencillo, pues lo que se ha pretendido es tomar datos actuales, una escarbadura puede mantenerse durante meses reconocible si el clima ha acompañado, pero de lo que se trataba era de conseguir datos de lo que estaba pasando en ese momento o en días previos, con los excrementos pasa algo similar pues dependiendo del clima o de si están al amparo del bosque o fuera de él, o de si es verano o invierno un excremento puede parecer viejo o reciente con una enorme diferencia de tiempo.


            Distribución espacial y densidades de letrinas y escarbaduras
Estudio de distribución espacial de letrinas y escarbaduras de conejo en una zona de Bellvei y Calafell (Costa de Tarragona). Se ha rastreado una extensa zona (134.145m²) a lo largo del mes de septiembre de 2014  compuesta principalmente de campos de vides y en menor medida campos de algarrobos y avellanos, herbazales, zonas arbustivas y bosquetes de pino carrasco mezclado con encina, coscoja y vegetación mediterránea, a una altitud de apenas 40 msnm. Las letrinas se han discriminado en tres tipos por la cantidad de excrementos, aunque suele coincidir la cantidad de excrementos con la superficie que ocupan a menudo no hay relación, pues depende del lugar disponible para su ubicación:
Se han localizado 231 letrinas:

Letrinas 1, contienen varios cientos de excrementos:                        92
Letrinas 2, contienen alrededor del centenar de excrementos:            57
Letrinas 3, contienen unas decenas de excrementos:                         86


Las letrinas principales (1) están ubicadas en su inmensa mayoría fuera de los campos de vides (94%), y en lugares predecibles: encima de montículos de tierra, escombros o rocas, sobre el suelo en sendas anchas y bordes de campos tanto de vides como de árboles. Las letrinas intermedias están ubicadas en lugares similares a las letrinas principales pero en mucho menor porcentaje. Las letrinas terciarias se ubican en su inmensa mayoría (casi en un porcentaje inverso a las letrinas principales) en los campos de vides. En alguna ocasión no está claro si es una letrina o es un acúmulo casual de varias deyecciones.

Resultados letrinas/ha.
Ubicación de las letrinas en los campos de vides
 Zona rastreada para la localización de todas las letrinas y escarbaduras
Campo de vides y olivar (parte baja) donde se hace uno de los seguimientos mensuales para la metodología


2 La ardilla y el jabalí
La ardilla

La ardilla es uno de los animales que mejor se presta a ser estudiada con esta metodología en pinares y abetales pues los restos de piñas son fácilmente localizables y no dependen ni de la época, ni del sustrato, ni de la cobertura.
Este trabajo se ha realizado en el pinar de Baronía del mar (Bellvei, Tarragona). Se ha abarcado una gran extensión de terreno, toda similar al estudio del bitopo. En principio de realizaron transectos largos, pero enseguida se vio que en transectos tan largos se pasaba por zonas con abundantes rastros y otras que tan apenas tenían, por lo tanto se afinaba poco. Se pasó a realizar transectos cortos de 5-6 minutos. Con estos tiempos tan cortos, tomar datos cada minuto tampoco permitía afinar demasiado por lo que se optó por tener en cuenta todos los rastros de ardilla, todos eran piñas comidas y solo se tomaron en cuenta las que eran muy recientes, señal de que el animal estaba presente o había estado hacia poco días. Las citas pueden ser un par de piñas aisladas o un comedero debajo del árbol, si los restos de un árbol se juntaban físicamente con los de otro se contaba como una sola cita, por lo tanto se contaba con una distancia de unos pocos metros para diferenciar una cita de otra.
La diferencia entre distintas zonas es enorme, hay transectos con 0 rastros y otros que extrapolados a una hora daban 310. En principio no se ha estudiado detenidamente la cobertura o el tamaño de los árboles, pero no era preciso porque aunque zonas con menos cobertura y árboles más jóvenes tendían a tener menos rastros, muy a menudo esto no se cumplía, las citas numerosas aparecen en caras norte y este y en vaguadas, aunque esto tampoco ha sido del todo determinante, por lo que este asunto no está del todo aclarado.

Los transectos, 43 en total, han sido realizados entre enero y abril, pensando en que las crías del año o no habían nacido o todavía no se habían independizado. 2011 y 2012 fueron años con una sequía muy fuerte por lo que, en principio, la población de ardillas se había reducido, desde luego la presencia de carnívoros bajo notablemente en comparación a 2010. Algunas zonas se han vuelto a rastrear en septiembre, contando con que las crías del año se habrán independizado y por lo tanto la población de ardillas, a nivel de todo el bosque, habrá aumentado. Entre el 16 y el 17 de septiembre se ha revisado la zona que comprendió los transectos 1,7,9 y 15 al 28 en la primera prospección.

4256.67/43= 98.99 DE MEDIA


Por otra parte el seguimiento mensual desde 2012 de los transectos en los distintos biotopos de donde se han sacado los datos de conejo también ha permitido un seguimiento de la ardilla.

Las hozaduras del jabalí

Estos años de seguimiento de los distintos transectos también ha aportado interesantes datos de las hozaduras del jabalí donde se aprecia una fenología otoño-invernal muy marcada en las escarbaduras, podría ser que esto se deba al clima de la zona, pues los veranos son secos y calurosos, aunque el invierno 20015-2016 batió el recordar de más días sin lluvias, algo más de 90, tras haber batido el de año más seco desde que hay registros y aún así los datos de escarbaduras son similares al resto de inviernos, lo que lleva a pensar que puede ser una cuestión estacional más que climática lo que les lleva a hozar en otoño-invierno.

3 Biotopos

Esta metodología de rastreo pretende conseguir valores estadísticamente comparables para zonas o biotopos y para especies:
           
               1º Un valor para cada zona de estudio
            2º Un valor para cada biotopo
            3º Un valor para cada especie 

No es fácil, pues la presencia de una serie de rastros es uniforme en el tiempo o en el espacio, es decir, van a ser localizados sin que afecte para ello la época o el sustrato. Esto permite unos datos más o menos uniformes. Mientras, otros tipos de rastros se ven totalmente afectados por distintos factores: las huellas por el sustrato y las condiciones de éste o los excrementos por la época de marcaje. Ambos rastros pueden variar enormemente su presencia sesgando totalmente cualquier dato estadístico. El resto de rastros también se pueden ver influenciados por la humanización, la orografía, la vegetación o la etología.

         1º Rastros localizables no influidos por época o sustrato
         2º Rastros totalmente dependientes del sustrato, época, orografía, etc.


Esto en cuanto a los rastros, pero algo similar ocurre con las especies, pues no es lo mismo especies con costumbres de marcaje llamativo frente a las que no o especies de gran tamaño en comparación con las de pequeño tamaño, pues un jabalí dejará huellas en sustrato duro donde no las dejará un zorro, garduña, etc.

            1º El tamaño y peso de la especie es determinante en la impresión de la huella
         2º La etología de marcaje de cada especie es determinante para su localización

La metodología que aquí se presenta no sirve por si sola, para una estimación de densidades de población, para ello se requerirían estudios complementarios y para algunas especies aún así, sería complicado.Sin embargo aporta, dependiendo de la especie, datos relativos sobre su densidad y sobre todo, sobre su presencia/ausencia, para lo que sí resulta efectiva, es para trabajos de larga duración donde si se observaría la evolución en su densidad.

            1º Aportación de datos sobre presencia/ausencia
            2º Datos, relativos, sobre su densidad dependiendo de la especie
            3º Seguimiento de la evolución de la densidad a lo largo del tiempo

La metodología no es adecuada para determinadas especies por sus características: Tamaño, rastros escasos y/o poco llamativos:

            - Erizos
            - Marmota
            - Comadreja, armiño
            - Gato montés
            - Liebre
            - Lobo *
            - Oso*
            - Nutria*
*Estos animales requieren de un tratamiento especial por sus especificidades.

Algunas especies presentan un problema por la similitud de sus rastros:

            - Armiño/comadreja
            - Cabra montés/doméstica
            - Gato montés/doméstico, cuando son de similar tamaño
            - Visones/turón

Algunas de ellas tienen metodologías propias que han sido probadas con buenos resultados:

            - Tejón
            - Nutria

Varias especies dejan rastros llamativos, pero a menudo están muy influenciados por su etología. En unos casos marcan en épocas fijas y en otros de forma aleatoria. Por supuesto la presencia de huellas depende totalmente del sustrato, ambas cosas representan un handicap para poder comparar datos, pero realizada a largo plazo la metodología es funcional, en unos casos más que en otros:

            - Garduña/marta
            - Jineta
            - Nutria
            - Tejón
            - Zorro
            - Meloncillo
            - Corzo
            - Ciervo
            - Jabalí

Y para dos especies la metodología es una muy efectiva herramienta de trabajo
            - Conejo
            - Ardilla

Se ha intentado con la nutria comparar la cantidad de rastros con el número de ejemplares sin conseguirlo, pues sus rastros aparecen de forma caprichosa. Esto pasa cuando se trata de una zona y de un estudio pequeño, pero cuando se rastrea una zona extensa (cuenca completa, provincia, región,..) sí que se obtienen datos válidos, como se aprecia en los tres sondeos nacionales u otros a escala más reducida.
El castor también requiere de un trato específico pues su principal rastro en el valle del Ébro son los árboles cortados pero no está construyendo cabañas ya que utiliza los montones de ramas aportados por las crecidas o excava galerías y tampoco puede construir presas por la dinámica de los ríos donde se ha instalado.
Tanto en los animales que se mueven por amplias áreas, como los difíciles de localizar los datos conseguidos en un estudio con la presente metodología resultarían muy escasos y poco significativos (especies algunas,que ya detallamos mas arriba)

     1ª Parte: desarrollo de la metodología
             1º Tipos de rastros
             2º Tiempo de rastreo
                         2a Transecto basado en el tiempo empleado
                         2b Transecto basado en la distancia recorrida
                         2c Rastreo puntual
             3º Condiciones para realizar los transectos
             4º Anotación de rastros
             5º Tipos de rastros y problemas en su estandarización
             6º Valores estadísticos
                         6a Estudio de biotopos
                                         1º Nº de citas o tiempo/cita
                                         2º Nº de tipos de rastros
                                         3º Nº de especies
                                         4º Suma de datos
                         6b Estudio de especies
                                         Ejemplo práctico 1: biotopo
                                         Ejemplo práctico 2: especie
                         6c Fenología de los rastros
     2ª Parte: comentarios a cada especie y tipo de rastro
         A)Especies para las que la metodología es idónea
         B)Especies para las que la metodología es funcional
         C)Especies para las que la metodología es poco
            funcional
     3ª Parte: Pros y contras de los distintos tipos de rastros
             Contras
             Pros
         Comparación de resultados de distintos tipos de  metodologías
     4ª Resumen
  Datos con los que se ha desarrollado la metodología

1ª Parte: Desarrollo de la metodología

La siguiente metodología se ha desarrollado basándose en un numeroso grupo de transectos realizados desde 1997 hasta finales de Noviembre de 2013.

El tiempo ideal de realización de esta metodología para unos resultados visibles y claros, es realizar todos los transectos escogidos, cada quince días (dias 1 y 15 de cada mes por ejemplo), durante un año. Sin embargo, dependiendo de las necesidades del estudio o del trabajo en concreto, podrían obtenerse datos válidos, realizándose igualmente dos veces al mes, durante el invierno y el verano (6 meses aprox.) ya que así obtendríamos el máximo nivel de posible marcaje de todas las especies presentes en la zona.

Los transectos de los primeros años no fueron desarrollados basándose en la metodología y los datos que se tomaron han tenido que ser reinterpretados, en los dos últimos años se han desarrollado numerosos transectos basados en la metodología y de ellos han salido los datos principales.

La práctica está demostrando que se cometen demasiadas equivocaciones en la interpretación de los rastros, incluso por personal experimentado, por lo que esta metodología requiere un nivel medio/alto de experiencia y sobre todo de conocimientos, para un correcto desarrollo.

La ubicación de los distintos rastros es más o menos previsible, por lo que en un transecto no se revisa sistemáticamente todo el terreno si no solo los puntos de posible ubicación de estos rastros. De esta manera se aprovecha al máximo el tiempo de rastreo y se unifican resultados en biotopos distintos donde la visibilidad en la distancia, o la abundancia o escasez de lugares adecuados, representaría un sesgo en los resultados demasiado grandes.

Se estudiará cuidadosamente la zona para así elegir los transectos más adecuados.

Al repetir un estudio en una misma zona se realizarán los mismos transectos para que los datos sean equivalentes.

La medida en esta metodología no es la distancia si no el tiempo empleado, pues la primera no es fácil de cuantificar en muchos lugares, aunque los GPS sean una gran herramienta, no discriminan entre terreno llano e inclinado y también tienen un margen de error. Se hizo el seguimiento durante los años 2012 y 2013 teniendo en cuenta el tiempo y durante 2014-2015 la distancia, que ha resultado ser más práctica. El paso tiene que ser un “paseo lento” mientras se observa detenidamente (1,5 km/h).

Ir mirando detenidamente al suelo permite centrarse en una franja de unos 5 metros, aunque veamos una huella o cualquier otro rastro fuera de nuestro transecto y de nuestros cinco metros de amplitud, este no se tendrá en cuenta. Ya que si variamos parámetros establecidos, el estudio completo pierde su validez) Aún desplazándose tan despacio se pierden rastros sutiles que solo se localizarían parándonos a mirar detenidamente, esto es una perdida asumible, a cambio de que los transectos sean viables estadísticamente así como en costo de trabajo.

            1º La medida es el tiempo
            2º Se anda a una velocidad de “paseo lento”
            3º Se toman datos dentro de una franja de 5 metros
           4º Los transectos, se escogerán en función del terreno y de los lugares               interesantes. 

UNA VEZ REALIZADO UN TRANSECTO POR PRIMERA VEZ NO SE PODRÁ VARIAR. Si de repente un día encontramos un rastro fuera de nuestro transecto habitual, se anotará como dato FUERA DE NUESTRO REGISTRO DE LA METODOLOGÍA
           
Se tomará nota de cada rastro que se localice, el tipo de rastro que es (huella, excremento, guarida, etc: ver listado) y el tiempo utilizado, teniendo en cuenta:

            1º Tipos de rastros
            2º Tiempo de rastreo
                        2a Transecto
                        2b Rastreo puntual
            3º Condiciones para realizar los transectos
            4º Anotación de rastros
            5º Tipos de rastro y problemas en su estandarización
            6º Valores estadísticos

1º Tipos de rastros

En primer lugar se parte una lista de rastros reconocibles de las especies de mamíferos presentes en la zona de estudio. Solo indicios claros: huellas, excrementos, camas, guaridas, marcas y rastros diversos que son perfectamente identificables (ver listado 1), por lo tanto se parte de rastros reconocibles al 100%, descartando los que son más complicados y se prestan fácilmente a la confusión.

2º Tiempo de rastreo

            2a Transecto basado en el tiempo empleado

La medida elegida para esta metodología es el tiempo, frente a la distancia. Esta es difícilmente medible en muchos lugares, especialmente donde los gradientes de altura varían, a pesar de los GPS. Tomar el tiempo como medida puede llevar a grandes diferencias dependiendo del paso del rastreador, pero el hecho de tener que observar detenidamente el terreno obliga a llevar un paso muy lento, minimizando el problema. En cualquier caso cualquiera de las dos formas tiene su error. (Ver apartado 6b Estudio de especies ejemplo práctico 1: biotopo)
El cronómetro se detiene cuando se localiza un rastro, se analiza el rastro y se anota, entonces se vuelve a poner en marcha. Por lo tanto el tiempo que cuenta es el del desplazamiento.
A su vez ocurre con algunas especies (jabalí, sarrio, ciervo, corzo, conejo y ardilla) en determinados lugares que el acumulo de rastros es tal, que resulta difícil diferenciar un rastro del siguiente por lo que la única medida eficaz es tomar datos cada determinado tiempo, se ha elegido el minuto.Una vez anotado un rastro de un animal (por ejemplo una huella), no se anota otro (otra huella del mismo animal) hasta pasado un minuto de desplazamiento, sin embargo, si se anotaría cualquier otro rastro del mismo. 

Ejemplo: En uno de nuestros transectos, un zorro ha estado caminando durante 10 metros por nuestra senda y a cinco metros ha cagado sobre una piedra. Anotaré la primera huella, y volveré a parar el cronómetro a la altura del excremento y apuntaré el excremento, pero no pararé el cronómetro cada segundo y medio para anotar todo el rastro continuo de huellas de zorro. 

Se parte de una duración base en tiempo de 1h., pero es suficiente con 0,30 min. o 0,15 min. en cada transecto. Este tiempo es suficiente para localizar a la mayoría de las especies comunes si las condiciones son adecuadas. Permite hacer muchos pequeños transectos en lugares muy distintos, siempre en biotopos homogéneos, la suma de todos ellos permite descubrir la mayoría de las especies y su abundancia relativa. 

En lugares humanizados es difícil realizar un transecto de una hora sin verse obligado a moverse en varios biotopos, además hay puntos muy concretos que concentran muchos rastros (orillas con barro, cortados, rodal de vegetación aislado, barranco, etc.), mientras en otros lugares tan apenas se encuentra algún rastro, por su escaso uso o interés para marcar (descampado, bosque joven y homogéneo, monocultivos extensos, et.). 

Además un transecto de 0,30 min. de rastreo efectivo en realidad puede durar más de una hora con el análisis de los rastros y toma de datos. En cualquier caso, por experiéncia, creo que el ideal, es 15 minutos.

Tenga la duración que tenga el transecto los datos se extrapolan a 1 hora.
También aparecen pequeñas zonas donde se acumulan muchos rastros, por ser zona de paso o por cualquier otro motivo, en este caso se tratará como un “rastreo puntual”.

Transectos cortos, 0.15 min., dan como resultado enormes variaciones estadísticas de uno a otro y por norma no permite encontrar un gran número de rastros, pero las medias de todos los transectos al final de un trabajo, presentan perfiles muy cercanos a lo que la experiencia dice que pasa en la naturaleza. Permite también, realizar unos cuantos transectos en una jornada, además minimiza el hecho de que la abundancia de rastros puede variar enormemente de un punto a otro en transectos de media hora o más, siendo por lo tanto mucho mas detallado a la hora de captar la variación de densidad de población de un territorio concreto.

1º Por lo tanto los rastreos parten de una duración base de 1hora. Los valores de los transectos de 30min o de 15 min. se extrapolan por lo tanto.

2º Se toma como unidad de medida el minuto.

3º El tiempo que se mide es el del desplazamiento, parando el cronómetro al encontrar el dato, mientras se analiza y se anota.


En la gráfica 1 se puede apreciar como en media hora de rastreo, en condiciones adecuadas, se encuentran la mayoría de especies y tipos de rastros. Entre la primera y la segunda hora hay pocas variaciones y a partir de la segunda leves variaciones, mientras la cantidad de citas sigue creciendo.





Datos de un trabajo específico para el desarrollo de la presente metodología (ver apartado 6b estudio de especies, ejemplo prácico 1: biotopo) en Bellvei, Tarragona

             2b Rastreo basado en la distancia recorrida
En este caso, que con la práctica ha resultado más práctico, la base es la distancia y los transectos se dividen en tramos de 30 metros, que es aproximadamente la distancia que se recorre en un minuto a paso de rastreo. Los dos años utilizando el tiempo como base demostraron que por más cuidado que se pusiera había grandes diferencias al recorrer el mismo transecto entre un mes y otro, aunque los GPSs también tengan un cierto error es mucho menor.
Transectos entre 300 y 600 metros son los ideales.
Primera ficha, enero 2014, utilizando la distancia y divididos los transectos en tramos de 30 metros: 1), 2), 3),... y resultados en rastros/km y puntuación/km

            2c Rastreo puntual

Existe un determinado número de lugares, unos predecibles y otros no, con unas características muy especiales a la hora de rastrear y en las que no es posible hacer un transecto, por ser un punto de tamaño reducido como es el caso de muchos puentes rodeados de espesa vegetación pero que alrededor de las zapatas se acumula barro. Al ser un lugar de paso obligado, algunos puentes acumulan gran cantidad de huellas después de una bajada del nivel de las aguas, además de ser lugares de marcaje para nutrias y garduñas y de ubicación de letrinas para la jineta especialmente.

Ejemplos:

Debajo de un puente, por ejemplo, anotaremos como citas distintas los rastros a un lado y al otro del río, aunque sean de la misma especie y posiblemente del mismo ejemplar, si el río es pequeño.

El 3-12-07 debajo de un puente sobre el río Corbones (Lora del Río, Sevilla), con apenas 50 metros cuadrados de tierra entre espesa vegetación aparecieron huellas de zorro, tejón, meloncillo, erizo y jineta y un excremento de nutria.
En otros lugares, la acumulación de rastros es tan intensa que no sabríamos por donde empezar a tomar notas, dados los cientos de huellas que se entrecruzan incesantemente, este es el caso de las colas de los embalses cuando en verano baja el nivel, dejando al aire hectáreas de limo o en determinadas playas de limo a la orilla de grandes ríos después de importantes crecidas y bajadas del nivel.

El 9-2-2001 en una sima de unos 100ms de diámetro con surgencias de agua salobre que generan un interesante carrizal de unos 500mts en el barranco de los Lecheros en Alfocea (Zaragoza) y toda la zona esteparia de alrededor se localizaron dos rastros de huellas, 4 bañeras y un rascadero de jabalí, huellas de zorro, gato montés, garduña, tejón y excrementos de zorro y garduña.

En Julio de 2002 en una sauceda del pantano de la Peña en Artieda (Huesca), durante un curso, se localizaron en 200 metros lineales varios rastros de huellas de ardilla, muchas huellas de garduña, jineta, tejón, zorro, nutria, jabalí y ciervo, además del esqueleto completo de un corzo.

Al  sur de Coca  (Segovia) en un curso con la escuela taller de Coca se encontró un cortado calizo donde se localizaron huellas de garduña, zorro, corzo y jabalí, excrementos de garduña, zorro, jineta, corzo y jabalí, zorreras, tejoneras, una cama de tejón y camas de jabalí, marcas en suelo de jabalí y en árbol de corzo y jabalí.

También interviene la etología de la especie, así el conejo concentra escarbaduras y letrinas en lugares concretos, el corzo gran cantidad de marcas en árbol o el castor árboles cortados.

La nieve o la arena permite ser tratada como un transecto, pero en algunas zonas será tratada como “rastreo puntual” y solo se podrá comparar con otros transectos o rastreos puntuales también realizados en nieve o arena.

Los cortados, especialmente los calizos, son otros puntos calientes para el rastreo. El pie de estos lugares se suele encontrar rodeado de espesa vegetación ya que normalmente no hay usos humanos debido al peligro de desprendimientos. Camas de jabalí, zorreras, tejoneras, letrinas de jineta, garduña y al ser lugares de paso excrementos y huellas de zorro, garduña, jabalí, ciervo... 

Estos puntos se tratan a parte de los transectos, como “rastreo puntual” o checkpoint, los resultados estadísticos de estos puntos son solo comparables con otros rastreos puntuales. Este rastreo puntual puede durar 5 minutos o media hora y recorrer 10 metros o 100, esto depende de las circunstancias, pues solo interesan los tipos de rastros y las especies.

Si uno de estos puntos calientes aparece en medio de un transecto, nos detenemos, se realiza el rastreo puntual del mismo y después, se continúa con el transecto.


3º Condiciones  para realizar los transectos

Los transectos deben realizarse en biotopos homogéneos.
Siempre por pistas, senderos, sendas; orillas de ríos, lagunas y embalses practicables (no zonas enmarañadas); rieras, cortafuegos, etc., que son los lugares con mayor concentración de rastros. 

Los transectos deben realizarse a partir de 2-3 días posteriores a una lluvia para una adecuada presencia de huellas. La duración de las huellas al aire libre depende de distintos factores pero es raro encontrar huellas más allá de 3-4 semanas tras la lluvia, especialmente donde no hay buen sustrato. Casi siempre se puede encontrar alguna huella, haya llovido o no, especialmente dentro de túneles, cuevas o debajo de entrantes en cortados o puentes, lugares donde se acumula polvo fino o barro protegidos de las inclemencias del tiempo.  Pero el número de huellas encontradas puede variar de un 100%, en un suelo húmedo adecuado, al 0% de rastros, en un suelo seco o inadecuado.

Es un rastro esencial y abundante en periodos húmedos, por lo que rastrear en tiempo seco es una perdida de tiempo y de datos básicos, excepto en sustratos tan adecuados como escasos en la península, como la arena o la nieve, donde la diferencia de aparición de huellas no varía excesivamente entre un sustrato húmedo y uno seco. 

En general, por tanto, tendremos en cuenta que tras una época de lluvias, las huellas permanecen durante semanas, por lo que el período de rastreo no se limita únicamente a los 2-3 días posteriores.

















Datos de un estudio en el galacho de Juslibol para el ayuntamiento de Zaragoza:
El rastreo 1 se hizo en la dehesa de Miranda el día 21-4-2001, el 2 en el barranco de los Lecheros el 3-4-2001. Ambas zonas son barrancos esteparios con agua permanente salada y distan 3 kilómetros en línea recta. Hay 7 especies presentes, las poblaciones de conejo en el momento del rastreo eran escasísimas
En ambos casos han aparecido huellas y excrementos. En el 2 había mucho barro, lo que explica la abundancia de huellas, y se localizaron solo 2 excrementos frente a los 11 en el 1.
Análisis de distintas situaciones “3”-“4”-“5”
Partiendo de estos dos rastreos podemos analizar las distintas situaciones que se pueden dar (son situaciones simuladas partiendo de los dos transectos): sin huellas ni excrementos 3, con huellas y excrementos 4 y transectos como el 5 no son habituales, pero ocurren de vez en cuando.
Por lo tanto rastrear con el sustrato en las condiciones adecuadas para la presencia de huellas es fundamental, un aporte de datos por encima de cualquier situación que impida encontrar el resto de rastros.


Datos de un trabajo específico para el desarrollo de la metodología en Bellvei (Tarragona) Se escogieron tres transectos que se han repetido en numerosas ocasiones a lo largo de 2012 y 2013. Dos de los transectos tienen un sustrato imposible para las huellas, excepto para el jabalí y algo para el conejo y solo poco tiempo después de una lluvia, el tercero es un campo de vides que se rotura regularmente, por lo que el sustrato es excelente incluso semanas después de la lluvia, ya que las huellas se conservan durante mucho tiempo.

La nieve aporta muchas huellas, pero borra otros rastros importantes. Algo similar pasa con la arena. En estos dos biotopos la presencia de huellas es masiva frente al resto de biotopos, por lo que difícilmente son comparables. En arena y nieve es donde el tomar datos cada minuto es fundamental por la concentración de huellas que se pueden dar.
No se pueden tener en cuenta lugares similares como son las enormes extensiones de barro de los embalses, pues aunque en ellos se encuentran muchas huellas de unas determinadas especies, no aparecen otras, que aunque viviendo en la zona evitan espacios tan abiertos y desprotegidos. En este caso solo se revisarán los bordes el ecotono entre el final del pantano y el comienzo del entorno.

4º Anotación de rastros

Es muy difícil dar un valor a los rastros, pues mientras unos tipos de rastros aparecen de una forma homogénea, otros dependen de distintas circunstancias como la época, el sustrato o la especie. Los rastros abundantes como las hozaduras del jabalí, los excrementos de zorro, garduña o nutria (especies que marcan con los excrementos), las huellas donde hay abundante barro o las marcas de conejo o en árbol del corzo representan porcentajes altísimos sobre el total de rastros, además en algunos casos solo de forma puntual. En un recorrido dado pueden aparecer 12 excrementos de zorro y dos meses más tarde uno, si hay barro 20 huellas, sin él 1.

Pero también hay problemas puntuales que complican la estandarización de los datos, por lo que se tendrán en cuenta distintas indicaciones.
Como hemos comentado en el apartado anterior, la nieve aporta muchas huellas, pero borra otros rastros importantes, al igual que la arena. 


1) Se toma nota de cada cita y del tipo de rastro encontrado, huella, excremento, guarida, etc.

2) Se toma cita de rastros distintos de un mismo animal aunque estén juntos: una huella cerca de un excremento y una guarida cuentan como tres citas. En el caso de una escarbadura solo se cuenta esta y no la huella o el excremento que le acompañe, pero en la ficha se anota “Escarbadura/huella” o “Escarbadura/excremento”. Lo mismo en cualquier circunstancia similar como una zorrera con huellas del animal, un excremento donde se ha dejado una huella al depositarlo, etc.

3) Las escarbaduras del conejo, del zorro y del tejón solo se anotarán en el caso de que estén acompañadas de una huella, o un excremento que asegure su autenticidad, aunque las escarbaduras de conejo son más fáciles de diferenciar.

4) Las marcas en árbol del corzo pueden ser un problema, pues llegan a ser extraordinariamente abundantes. Se tendrán en cuenta solo las marcas de menos de un año, al igual con el ciervo o el jabalí y en el caso del jabalí solo los rascaderos  en uso y aunque se anoten como escodaduras o marcas (teniendo en cuenta que ambas son marcajes territoriales) en la ficha, ambas cuentan como “árbol”. Se anotan árboles aislados o grupos de árboles en caso de estar juntos como una sola cita, tantas citas como árboles aislados o pequeños grupos aparezcan en el transecto. Las marcas de alimentación de los ungulados no son fáciles de reconocer por lo que se pueden obviar.

5) En las épocas que garduña, nutria, marta y zorro marcan con excrementos pueden aparecer muchos en un corto recorrido, se anota una cita por cada excremento o grupo de excrementos localizados, teniendo en cuenta el minuto como base.

6) El jabalí también representa un problema cuando se dedica a escarbar frenéticamente y aquí no valen rastros distintos cuando aparece un prado labrado de arriba a abajo. Dentro de lo posible se anotarán escarbaduras aisladas o grupos de escarbaduras como una sola cita. Lo mismo ocurre con el conejo. En el caso del jabalí se anotarán las hozaduras como suelo y las bañeras aparte. Y las bañeras más o menos recientes.

7) La ardilla es otro animal que puede dejar muchos rastros en años en que son abundantes.

El hecho de ser un transecto tan corto permite estimar, por la experiencia, que si aparecen un cierto número de tipos de rastros y de especies, por encima del número de citas, en un transecto la zona es más o menos rica en mamíferos, esto lo confirman o no los transectos posteriores, por eso es tan importante que se realicen durante un largo período de tiempo.

5º Tipos de rastro y problemas en su estandarización

Un sustrato adecuado puede ofrecer cientos de huellas mientras uno inadecuado ninguna, de la misma forma una cobertura escasa de vegetación permite ver muchos más rastros de todo tipo que una espesa, representando ambas cosas un problema a la hora de conseguir unos datos estadísticos comparables entre distintos trabajos. Aunque sí que puede servir cuando se comparan trabajos con sustratos o coberturas similares.
Se podría partir de una escala de cuatro valores para el sustrato:

1, sustrato adecuado con abundante barro húmedo y que permite reconocer incluso las huellas más pequeñas.
2, sustrato semiadecuado debido a la falta de humedad, sustrato duro, de hierba o con hojarasca, pero con abundantes puntos de barro.
 3, sustrato poco adecuado con escasa presencia de puntos de tierra o tierras duras y secas, las huellas son escasas.
        4 Sustrato nada adecuado donde la presencia de huellas es testimonial y generalmente solo de especies grandes y pesadas.

Como con las huellas con la cobertura se podría partir de una escala de tres valores en cuanto a la espesura del sotobosque y por lo tanto la visibilidad: A, con un valor máximo de visibilidad, B con una escasa visibilidad más allá del camino y C prácticamente, solo se ve el sendero.

El sustrato es mucho más determinante que la cobertura, el primero afecta a las huellas (que pueden llegar a ser muchas), mientras el segundo solo afecta a guaridas o camas, restos de alimentación y a un porcentaje relativo de marcas territoriales, rastros que en conjunto son escasos.
Sería preciso realizar estudios específicos para ver que influencia tienen en los datos la cobertura y el sustrato y desarrollar una fórmula que nos permita comparar estudios con ambos valores diferentes.
                                  
            Huellas
Todas son reconocibles (con la experiencia y conocimientos adecuados), pero las diferencias entre visones y turón no son nada claras, así como entre armiño-comadreja y cabra montés-oveja-cabra doméstica. También es muy fácil confundir a una comadreja con una rata y aunque las huellas ideales de gato, garduña, jineta y meloncillo sean muy distintas, en la práctica se las confunde muy a menudo. Tampoco es posible diferenciar las huellas de un gato montés de las de uno doméstico, excepto que la huella sea muy grande. Hay que tener práctica para diferenciar un zorro de un perro y no parece posible diferenciar a este del lobo.
También es necesaria la prudencia con las huellas de ungulados.

Si el sustrato es de tierra y ha llovido hace una semana se encontrarán muchas huellas, que pueden llegar a representar el 100% de las citas de un rastreo, incluso aunque el sustrato no sea adecuado. Si el sustrato es malo y  hace dos meses que no llueve puede ser imposible encontrar una huella, pero si el sustrato es bueno incluso en épocas secas se pueden encontrar huellas. A parte de si llueve o no existen una serie de lugares donde siempre es posible encontrar huellas: acequias, entrantes al pie de los roquedos, entradas de cuevas, etc.

Tampoco las huellas representan la realidad de las distintas especies, pues hay animales que aún siendo abundantes no dejan tan apenas huellas, caso del erizo, el gato montés o la comadreja. Y la huella de un jabalí, por ejemplo, por peso y tamaño es más fácil que quede impresa y ser localizada que la de un corzo, o la de un tejón frente a la de una garduña. Por lo tanto el tamaño del animal es bastante determinante para localizar sus huellas.

Las huellas son, aproximadamente, el 27% de los rastros del erizo, el 28% de la comadreja, el 30% de la garduña, el 55% del zorro, el 81% de la jineta y el 27% del jabalí,... Pero en un sustrato adecuado después de las lluvias pueden representar porcentajes altísimos.

            Excrementos
Los de las especies que marcan (armiño, ¿visones?, garduña, nutria, zorro, lobo) representan un problema a la hora de darles una valoración, pues no marcan siempre con la misma intensidad. Los trabajos realizados muestran que tienen más tendencia a marcar en determinadas épocas, pero esto solo son tendencias estadísticas y no es posible valorarlo en un transecto a priori. Pero representa un grave problema pues en un transecto dado se pueden localizar 12 excrementos de zorro y dos meses más tarde en el mismo sitio 1 y todos pertenecen al, o a los mismos zorros.
Los excrementos del gato montés requieren especial cuidado por que se le está confundiendo con mucha facilidad con el zorro.

Las especies que tienen letrinas (conejo, liebre, marmota, jineta, meloncillo, lince, gato, garduña* y tejón) no representan un problema estadístico, pues estas letrinas se mantienen durante mucho tiempo aunque no se usen. En el caso del conejo parece evidente que las letrinas y los excrementos sueltos son dos rastros distintos.

* Extremadamente difíciles de encontrar.

El resto de especies, que dejan sus excrementos en cualquier lugar, tampoco representan un problema estadístico, más allá de ser identificados.

            Árbol
Los árboles pueden ser marcados por distintos motivos y no siempre es fácil saber porqué.
Las marcas de roer la corteza son fácilmente reconocibles entre los ungulados o lagomorfos, aunque son rastros que rara vez aparecen y no son muy significativos estadísticamente, y en muchos casos no es posible diferenciar, o al menos requiere mucha práctica, la especie. Por los tanto es mejor no contar con ellos.

Los arañazos del gato, como todos sus rastros, es muy difícil asignarlos a uno doméstico o casero.También el tejón araña árboles pero esto es muy raro de encontrar.

Las marcas del corzo, ciervo, jabalí y oso son las únicas marcas realmente características y aunque las realizan en determinadas épocas las marcas se conservan muy bien incluso durante años. Las marcas del jabalí y el ciervo son representativas de la abundancia o no de ejemplares, el corzo, especialmente deja muchísimas marcas.

Conviene diferenciar entre marcas antiguas y recientes, una escodadura reciente nos habla de la presencia de corzo en los alrededores, pero una del año pasado no es prueba de su actual presencia y por lo tanto,no se anota.
Por lo tanto a la hora de anotar las citas de marcas en árbol se anotarán  las “recientes”.

            Guaridas
Solo se toman en cuenta las de las especies que realizan algún tipo de trabajo para construir su encame: liebre y jabalí como encames y conejo, zorro y tejón como encames escarbados en tierra. Los nidos de la ardilla son difícilmente localizables.

El resto de especies se encaman en cualquier lugar sin ningún trabajo previo, encames que pueden ser localizados pero que no son fáciles de asignar, algún pelo, el tamaño de la cama, etc pueden ayudar.

En el caso de las madrigueras excavadas, zorro, marmota, conejo y tejón no se toman en cuenta para los datos estadísticos si están en desuso.

La localización de estos rastros también se ve muy afectada por las circunstancias externas, aunque no en todas las especies. Donde la naturaleza está bien conservada y los animales tienen donde elegir es difícil localizar una tejonera o una zorrera, en cambio en un lugar humanizado como el valle del Ebro es muy fácil. Pero a la vez tanto el zorro como el tejón e incluso el conejo encaman a menudo al aire libre entre zarzales o cañaverales y el jabalí encama por ejemplo, entre maizales.

En el estudio de Juslibol se localizaron 2 zorreras y 4 tejoneras en 14,30 horas de rastreo (3 de ellas estaban cercanas, por lo que podrían contarse como un conjunto), ninguna en Canfranc en 14,20 horas.

La diferencia de localización de encames o guaridas excavadas en distintos biotopos no permite unos datos estadísticos comparables entre biotopos distintos, pero al igual que las huellas, en biotopos similares si que permiten una comparación.

            Suelo
Las marcas en el suelo son muy variadas, pero no es fácil diferenciar escarbaduras de distintas especies o por lo menos se necesita mucha experiencia. Las del conejo sí que son suficientemente características. No contar escarbaduras de zorro y tejón, a menos que no vayan acompañadas de una huella o excremento.

Sí que es fácil reconocer las bañeras del jabalí, las del ciervo y los arañazos del lobo, así como las hozaduras (raíces de pino, bulbos, animales, etc.) del jabalí, cosas que aunque no hace a lo largo de todo el año, el rastro que deja dura mucho tiempo.
Tanto oso como jabalí levantan piedras en busca de pequeños animales, donde solo vive el jabalí se le puede asignar esta labor, en cualquier caso es un rastro anecdótico.

            Ejemplares
Cuando se rastrea no es fácil ver mamíferos, para verlos hay que dedicarse específicamente a ello. Pero aún así de vez en cuando se sorprende a uno distraído o se les encuentra muertos.
           
En el caso del conejo si que pueden ser representativos unos datos en base a ejemplares avistados a lo largo de distintos transectos, especialmente cuando no es escaso.
Liebre, marmota, sarrio y corzo también son especies relativamente fáciles de ver, aunque siempre representan valores bajos en las citas totales.

Para obtener unos datos estadísticamente representativos y comparables entre distintas zonas en el caso de la liebre y el corzo se podrían realizar un grupo numeroso de transectos específicos, centrados en la observación de ejemplares, para obtener un mínimo de datos, pero esto ya entra dentro de otras metodologías de censo.
El corzo se presta muy bien para estudiarlo con esta metodología de rastreo.

La marmota por su diurnidad permite obtener unos datos relativamente numerosos y estadísticamente bastante comparables a lo largo de un transecto normal.

En el caso del sarrio cabe distinguir entre la población que se mueve por el bosque y la que se encuentra en la pradera alpina donde resulta fácil de observar incluso a larga distancia. Por lo tanto no son comparables los avistamientos entre la pradera y el bosque.

A lo largo de un transecto o de varios en la misma zona cabe que se observen los mismos ejemplares de sarrios, corzos o incluso alguna liebre en varias ocasiones, en algunos casos se pueden diferenciar distintos ejemplares, pero en otras no. Por lo tanto y asumiendo este problema las citas de avistamientos se anotan todas y se suman a los datos estadísticos

El resto de especies se deja ver poco y son datos muy poco significativos.
En cualquier caso cuando se mira al suelo es difícil ver animales, por lo que los avistamientos son anecdóticos con esta metodología.

            Otros
Sendas, restos de alimentación y otros rastros difíciles de clasificar no resultan útiles. La ardilla es la única especie en la que sus restos de alimentación son prácticamente el 100% de las citas. Los restos de alimentación de la nutria también son fácilmente reconocibles en muchos casos, pero cuidado con los peces que comen otras especies, tanto aves como mamíferos, que han quedado en pequeños charcos después de bruscas bajadas del nivel de grandes ríos. Lo mismo ocurre con los cangrejos.
También resulta reconocible el tobogán de la nutria.


6º Valores estadísticos                                                                                                         

            6a Estudio de biotopos

Un o unos rastreos puntuales pueden ofrecer datos totalmente sesgados de las especies y su abundancia o no en un biotopo dado, en este sentido una metodología de rastreo no serviría de mucho para este fin, pero cuando repetimos ese rastreo regularmente y a lo largo del tiempo la cosa cambia y esta metodología, como mínimo es tan efectiva o no como cualquier otra. No en vano se discute constantemente sobre los errores de todas las metodologías, pero mucho más barata y menos costosa en esfuerzo.
Pero una cosa es un rastreo en el tiempo en un lugar y un biotopo concretos y otra es poder comparar biotopos distintos. Esto le resulta mucho más complicado a esta metodología, pues es difícil comparar un biotopo con un sustrato adecuado frente a otro inadecuado, lo que influye notablemente en la presencia de huellas, o un lugar con una cobertura vegetal densa, que nos impide ver más allá de pocos metros, a una zona esteparia, o zonas con distintas especies donde unas dejan muchos rastros vistosos, caso del corzo, jabalí o conejo frente a otras que pasan mucho más desapercibidas. Creo que con los estudios adecuados se podría afinar, por ahora es efectiva la metodología para comparar, a parte de distintos rastreos en un mismo lugar, biotopos similares y con las mismas especies.
A más rastros, más ejemplares, teóricamente, pero un solo ejemplar ¿cuantos excrementos, huellas o marcas en un árbol, caso del corzo, o en el suelo caso, del jabalí, puede dejar?, muchos. De la misma forma unos rastros son más fáciles de localizar que otros o el mismo tipo de rastro en una especie que en otra o en un biotopo que en otro...
Esta diferencia del valor “real” de los rastros hace difícil darles un valor estadístico y cada especie requiere un trato específico.
Se tomarán en cuenta todos los transectos incluso los de resultado negativo para la media de los distintos datos estadísticos.
No todos los rastros se llegan a clasificar, especialmente escarbaduras y excrementos, pero también algunas huellas o marcas en la vegetación, por lo tanto aun sin saber la especie indica la presencia de uso por parte de los mamíferos salvajes. Estas citas indeterminadas se suman al cómputo total.
Como se ha comentado antes y por todo lo expuesto en distintos apartados si limitáramos los datos estadísticos a las citas sería un problema, por lo que las citas, por sí solas, no son representativas en muchas ocasiones.
Para conseguir un valor estadístico representativo y comparable se pueden tomar en cuenta distintos datos:

            1º Nº de citas
            2º Nº de tipos de rastros
            3º Nº de especies
            4º La suma de los anteriores

1º Número de citas, o su equivalente: costo en tiempo de cada cita

Un valor que muestre la abundancia de mamíferos se puede basar en el tiempo que cuesta localizar una cita, pero en sustratos buenos o malos de cara a encontrar huellas, la diferencia de marcaje por el zorro, nutria y martes (al ser especies presentes en el 100% del territorio y abundantes) o marcas tan abundantes como las del corzo en árboles o el jabalí en suelo, suponen un gran problema, pues disparan al alza o a la baja los datos de costo Cita/tiempo y no representan la riqueza de mamíferos, el resto de rastros está mucho menos influenciado por factores externos o temporales.

Si se realiza un número elevado de transectos a lo largo de un año (consiguiendo, a su vez, un elevado número de citas) el Nº de citas o el tiempo/cita es mucho más representativo.


En el siguiente cuadro se aprecia como en la estepa cuesta 7 minutos 30 segundos encontrar un rastro debido a que no apareció más que 1 huella, en cambio en Borja con bastantes excrementos y huellas solo 2 especies dan un tiempo de 5 minutos por cita, muy inferior a la estepa que en cambio es más rica en especies. Entre paréntesis citas extrapoladas a 1 hora.


Si se realiza un número elevado de transectos a lo largo de un año (consiguiendo, a su vez, un elevado número de citas) el Nº de citas o el tiempo/cita es mucho más representativo.

 2º Número de tipos de rastros encontrados

El número de tipos de rastros distintos localizables en un transecto de media hora es muy limitado, mientras las citas pueden ser muy numerosas, aunque a veces puedan corresponder. Encontrar varios tipos de rastros (huellas, excrementos, marcas en árbol y en suelo y guaridas de distintas especies, por ejemplo) es significativo de riqueza, pero no siempre. En ocasiones un transecto con pocas citas puede contener muchos tipos distintos de rastros casualmente, de la misma forma que pueden haber muchas citas con pocos tipos de rastro, por ejemplo solo huellas y excrementos.
Anotar los tipos de rastros ayuda a minimizar la gran variación que pueden tener las citas.
En ocasiones el número de citas o el número de tipos de rastros pueden resultar, casualmente, significativos por separado, pero solo es casual.
El número de citas y el de tipos de rastros es indicativo de la utilización de la zona.
3º Número de especies encontradas

El número de especies es representativa de la variedad, pero no de la cantidad de ejemplares, por lo tanto solo permite encontrar un valor de “riqueza” en especies. Puede representar una riqueza de mamíferos en un transecto dado, pero las especies serán similares en todos los transectos que realicemos en la misma zona dentro de un trabajo y por lo tanto los datos de especies se estancan en comparación con el de citas.

 4º Suma de datos

¿Cual de los datos refleja la riqueza de un biotopo, en especies y en abundancia?, ninguno por sí solo, el dato de especies es el más real, pero solo de la variedad de especies presentes, no de la querencia y uso de la zona de estudio ni de la riqueza de ejemplares que lo aportarían las citas y los tipos de rastros.
Los tres valores: especies, citas y tipos de rastros, sumados representan la riqueza total de la zona estudiada.
Se DEBEN, por tanto sumar los tres valores para obtener una puntuación para cada transecto, y promediar los resultados de todos los transectos de un estudio concreto.
Pero esto solo vale para un transecto y cuando hay la suerte de que los resultados reflejan la realidad, cuando hay que sumar 10 transectos para conseguir la puntuación de una zona las citas se disparan frente a los tipos de rastros y las especies, segando totalmente los datos. En el cuadro 7 en el 4º transecto ya se han localizado el total de especies localizadas en todo el trabajo, por lo tanto el valor 5 se mantendrá en adelante. En tipos de rastros a partir del transecto 5 poco más evolucionarán. A partir de aquí las citas marcarán un valor cada vez más sesgado.

Para evitar el sesgo de las citas, hay que sumar las especies y los tipos de rastros de cada transecto.

No siempre se van a poder realizar la misma cantidad de transectos en cada biotopo distinto por lo que no se podrán comparar los datos totales, extrapolándolos a 1 hora, nos permite obtener un dato comparable.


Entre paréntesis, media extrapolada a una hora

En la EXPO había 7 especies presentes en este momento, la nutria ha aparecido posteriormente. Las especies que no se han localizado han sido el erizo y la comadreja, por lo tanto las localizadas suponen el 71,4%



En esta zona las especies presentes son 10 (contando marta y garduña como una por la similitud de sus rastros, lo mismo pasa con armiño y comadreja), no se ha localizado al armiño, tejón, liebre y garduña. Esta última sorprendentemente, pero ni estaba marcando en este momento, ni se localizó ninguna huella,  por lo tanto se han localizado el 60% de las especies presentes. Esta zona es mucho más rica de lo que expresan los datos, pero ocurrió que el sustrato estaba seco y no se localizó ni una sola huella en ningún transecto y ni zorro, ni garduña estaban marcando, ambos hechos suponen una merma de citas importantísima. Este es el problema de unos transectos en un mismo tiempo, realizar distintos transectos a los largo de varios meses minimiza este problema.









La zona esteparia corresponde con el transecto que aparece en el apartado “Tiempo de rastreo” ficha 2, una zona con todos los conejos del mundo.


6b) Estudio de especies

Si se puede rastrear un biotopo o una zona que albergue varios biotopos y le podemos asignar una puntuación que represente su riqueza en mamíferos, también podemos asignar esa puntuación a cada especie y compararla en distintos biotopos y lugares. A la hora de comparar biotopos distintos con especies distintas, que dejan una cantidad de rastros distintos sumar varios datos nos permite acercarnos a la realidad, aunque con un importante sesgo. Pero a la hora de comparar los datos de una misma especie en biotopos distintos las citas/hora es un valor comparable mucho más real.

Este es un problema por que si se realizan varios transectos en una misma zona con biotopos similares o un solo biotopo uniformemente repartido y en un transecto aparece una especie y en otro no, se supone que la especie estará presente en todo el territorio, pero en unos transectos se la localiza y en otros no, esto depende del sustrato, de la época o de la cobertura y es ajeno al rastreador. 

Por lo tanto en este caso se deben sumar transectos positivos y negativos para hallar la media de la especie, pero, no sabemos si está presente. En muchas situaciones se puede presuponer sin error la presencia de ciertos animales, aunque no hayan sido localizados, pero en otras ocasiones no, esto si nos atenemos a una realidad como la actual en la situación de la naturaleza en la Europa occidental en general o en la Península Ibérica en concreto. Pero ocurre que la realidad no esta correctamente enfocada, no digamos ya por la población en general, incluso por muchos naturalistas con experiencia en mamíferos: Nadie imaginaba unos corzos pastando en un barbecho de secano entre pequeños rodales de encinas o pinos carrascos, ni en la pradera alpina y mucho menos en la estepa árida del valle del Ebro; ni a los zorros jinetas o garduñas en parques urbanos, ni a las nutrias en acequias de riego o en canales de drenaje de campos de cultivo, para bajar el nivel freático y poder cultivar, cubiertas de carrizo y con prácticamente cangrejo rojo como único alimento; o bañas de jabalí en una laguna endorréica con el arbusto más cercano a 1 o 2kms, etc. Esto en cuanto al biotopo. En cuanto a la expansión actual de muchas especies de mamíferos hay que tener en cuenta la presencia en muchas zonas de mamíferos que todavía son desconocidos en esa zona, lo que puede llevar a desestimar muchas citas por considerarlas erróneas.
Por lo tanto al realizar transectos aislados, o aunque sea en una zona cercana en biotopos distintos, si una especie no aparece no quiere decir que no esté presente.
Se podría partir de un listado de especies potencialmente presentes en cada zona, pero no sabemos cuales son en muchos lugares a priori.

Datos de 64 rastreos, 613 citas y 38 horas entre 2001 y 2008 en distintos biotopos:

Los tiempos en negrita son anormales, en unos casos por falta de huellas, en otros por falta de excrementos de las especies que marcan y en otros por la falta de estos dos rastros. En el caso del soto de Juslibol la falta de rastros de zorro, jineta y garduña eleva mucho el coste de tiempo y baja mucho los resultados, algo similar ocurrió en Canfranc (agosto-septiembre de 2007), prácticamente no se localizaron excrementos de zorro y martes, ni huellas de ninguna especie. En el secano de Juslibol prácticamente no había conejos en el momento del estudio (2001), en 2007 eran abundantes y los resultados hubieran sido totalmente distintos.
En Canfranc la abundancia de corzo dispara la cantidad de citas encontradas y en la pradera las hozaduras del jabalí, en cambio la falta de huellas y excrementos dan como resultado datos testimoniales de zorro y martes, así como los datos del ciervo, pues el rastreo se realizó en la Garcipollera con una gran población, pero la falta de huellas da como resultado una media de 45 minutos. Los datos de Borja son elocuentes de una situación en que zorro y garduña marcan con excrementos, a pesar de que no se localizaron huellas, a excepción del fino polvo de un entrante en la roca.

Las medias de tiempo/cita están algo segadas en el presente cuadro, porque a lo largo de los años en que se han ido realizando estos transectos se ha ido variando y mejorando la metodología y en su momento no se tomaron los datos adecuadamente, debido a esto no se han podido añadir 86 citas del primer sondeo de Tejón ni las 357 citas del estudio de los mamíferos del término municipal de Zaragoza (1997-99)
Cada valor corresponde a un transecto.




En esta gráfica se comparan 12 transectos de distinta duración en zonas esteparia cercanas a Zaragoza. Tiro de Bola es un lugar con una gran presión humana y bastante degradado, aunque podría haber mucho más conejo, se realizó un transecto de 2 horas en 1, 1 de una hora en 2 y 3 de media hora en 3. IKEA es una parte del pinar anexo a Tiro de bola pero con menor presión humana y una vegetación en mejor estado, se realizaron 3 transectos de media hora. Y Cra. Valmadrid es una zona bastante tranquila con la vegetación mejor que en las anteriores, sin grandes diferencias, pero con un sustrato fácilmente excavable a diferencia de los primeros que son de grava, se realizaron dos transectos de media hora. Por el motivo que sea, que no parece ser explicado por la calidad del medio esta zona de la carretera de Valmadrid ha sido históricamente uno de los puntos de mayor densidad de conejos de Aragón, el costo en tiempo es más que significativo.
También son muy significativos los resultados de los dos transectos de Sentmenat. Se rastreo 4 transectos de media hora en la misma zona, 1x2kms aprox., una hora en pinar de pino silvestre más o menos degradado y mezclado con encinar con un 100% de cobertura arbórea de árboles de varios metros. Otra hora por encinar/robledal en regeneración con claros y campos de cereal de secano entre medio y árboles de medio y bajo porte.
En los 5 transectos en los alrededores de Zaragoza las citas de conejo extrapoladas a una hora son de 0-0-2,66-9-139.

En el caso del transecto que da como resultado 139 excrementos y escarbaduras (Crrta Valmadrid), prácticamente eran un rastro continuo; la cantidad de huras era enorme y las huellas dependían de la parte del transecto en las que se recorría bordes de campos de cereal de secano que estaban repletos de huellas y en menor medida de escarbaduras.


Los datos del zorro en Tiro de bola, IKEA y Aguarón son totalmente anormales, especialmente en los dos primeros donde había suficientemente sustrato en buen estado para que hubieran aparecido huellas, máxime cuando los transectos se realizaron a lo largo de varios meses, entre octubre de 2007 y enero de 2008. Conociendo la zona la conclusión es que algo le ha pasado a esta población de zorros. Algo similar ocurre con los datos de la estepa de Juslibol.
Los relativamente bajos datos de zorro en Doñana se deben en buena medida a que era una zona con presencia de linces y los zorros evitan estas zonas. En la zona de la EXPO, sotos y regadíos de Juslibol los datos medios reflejan zonas con gran presión humana y baja calidad del hábitat.



Los datos de Tiro de Bola, IKEA, Juslibol estepa y Valmadrid son consecuentes pues el tejón rara vez se localiza en el secano, especialmente si está muy degradado como es el caso. En Aguarón el bosque está muy aclarado y tanto este como Borja son lugares secos y además el sustrato estaba muy seco. Los datos de Juslibol regadío también son consecuentes con la poca ocupación del tejón de este medio. Pero son interesantes los datos de la Almozara, pues no es muy usual encontrar tantos rastros en el regadío, en este caso se unía a un soto empobrecido del Ebro y algunos rincones interesantes


Los datos de la zona de la Expo son muy curiosos, esta es la margen derecha del Ebro, la más humanizada y no existe vegetación natural para encamar, por lo que los jabalíes solo cruzan a esta margen en verano, cuando los campos de maíz están crecidos y pueden refugiarse en ellos. Una vez el maíz es segado, los jabalíes vuelven a cruzar el Ebro y se van a la margen izquierda. En esta zona los maizales habían sido segados hacía 3 meses y las huellas de jabalí eran testimoniales. Si los transectos se hubieran realizado con el maíz sin segar los datos hubieran sido similares a los de Juslibol, o al menos no tan dispares.

Ejemplo práctico 1 Biotopo (Los mismos tres transectos durante 2 años)

!Se presentan en primer lugar el seguimiento de los años 2012 y 2013 utilizando como medida el tiempo!, seguidamente los años 2014 y 2015 utilizando como medida la distancia.

El presente estudio se ha realizado a lo largo de 2012-13 en las mismos recorridos utilizados para el conejo


* Datos en negro=citas/hora
* Datos en rojo= Puntuación/hora









                                                      Senda       Pista                  Vides
                                  Puntuación   86,65       147,68                146,77
                                  Citas/hora    47,17        84,43                 102,96
                                  _________
                                     
                                  Citas/hora                           Sin huellas             Sin huellas
                                       Conejo    3,01      65,65   (64,11)       74,56   (55,77)
                                 Carnívoros  10,03      11,11                     10,12
                                         Jabalí  20,20        4,11                     16,96
                                        Ardilla   8,69        1,53                      

      




Años 2014 y 2015


En las gráficas que vienen a continuación se recogen los cuatro años de seguimiento, como 1 minuto y 30 metros son medidas casi equivalentes en los transectos de 2012 y 2013 se han extrapolado las citas/hora a Citas/km, que aunque haya un sesgo permite comparar los cuatro años.








3 Comentarios a cada especie y tipo de rastro

A) Especies para las que la metodología es idónea

Conejo

Los rastros del conejo también son muy representativos de su presencia. Debido a que deja distintos tipos de rastros (excrementos aíslados o en pequeños grupos, letrinas, escarbaduras y huellas) y además son abundantes permite unos datos bastante reales. Incluso en el caso de que falle el sustrato descontando las huellas y contando solo con el resto de los rastros los datos siguen siendo muy útiles, lo que permite comparar al conejo en trabajos realizados en distintos biotopos.


                    a)Excrementos

La abundancia de conejos y de sus excrementos está muy correlacionada ya que los dejan en lugares visibles, sea en las letrinas, en las escarbaduras o en pequeños grupos. A la hora de anotar los rastros del conejo se tendrá en cuenta que los excrementos que acompañan una escarbadura no cuentan, solo la escarbadura. La letrina es un rastro y los grupos o excrementos aislados otro.

                     b)Escarbaduras

Aunque suelen escarbar mucho y donde hay mucho conejo hay mucha escarbadura, no siempre es así y en ocasiones tan apenas aparecen las escarbaduras, especialmente cuando la densidad de conejos es baja.
No se que finalidad tienen la escarbadura pero desde luego no es alimentarse, por lo que solo parece caber una posibilidad: marcaje territorial. Las citas se anotarán como “suelo”.

                     c)Cados

Los cados son fáciles de ver cuando la vegetación arbustiva no es muy espesa, de lo contrario hay que buscarlos por que no se les ve a simple vista. También ocurre que hay lugares con presencia de conejo pero con un sustrato inadecuado para excavar, por lo que los conejos “encaman” entre vegetación espesa como zarzales.
Por lo tanto los cados se prestan a importantes variaciones estadísticas, aunque en general es un dato comparable, exceptuando las zonas donde encama en la vegetación.


                     d)Ejemplares


Donde es abundante el conejo se le ve, en ocasiones mucho. Este si que es un dato que guarda una correlación con la abundancia de conejos y por lo tanto es un buen dato comparativo.


Ardilla
                        a)Alimentación

Los rastros de piña y avellana encontrados son muy representativos de la presencia y de la abundancia de la ardilla.
En bosques de roble, encina, o haya requeriría estudios sobre los rastros que deja, pues no parece haber nada publicado al respecto, pero en los pinares y abetales sus datos son muy representativos de su abundancia, lo que permite una perfecta comparación de trabajos en distintos biotopos. Se tendrá en cuenta que solo se anotan las piñas recientes, se aprecia en el color.

                        b)Nidos

Los nidos no son un rastro representativo pues son muy difíciles de localizar.

                        c)Ejemplares

Si se pasea con mucha atención y el oído atento se puede ver de vez en cuando una ardilla, pero al igual que con los nidos también es un dato poco significativo y teniendo en cuenta que los rastros de alimentación son muy sencillos de localizar no merece la pena buscar nidos o ejemplares para valorarlos en los transectos.


B) Especies para las que la metodología es funcional

Jabalí

El resultado de los transectos para el jabalí es muy similar, al margen de las circunstancias, por el tipo de rastros que deja y su gran tamaño. Deja muchos rastros y son vistosos. Lo que en algunas zonas permite interpretar los movimientos estacionales, caso del jabalí en la margen derecha del Ebro en los alrededores de Zaragoza capital, en alta montaña o en zonas de cultivo apetecibles para él. Pero sus rastros más representativos son demasiado aleatorios.

                        a)Excrementos

Son rastros difíciles de encontrar, a pesar de la abundancia del jabalí y de ser una especie omnívora, por otra parte no suelen estar en las sendas.

                        b)Huellas

Las huellas son el rastro más aleatorio y depende mucho del sustrato y de la humedad, aunque en mucha menor medida en el jabalí que en otros mamíferos, pues su tamaño deja huellas visibles donde zorros, jinetas o garduñas no dejan la más mínima traza de su paso.
También deja muchas huellas en las hozaduras pero estas no las tendremos en cuenta pues prácticamente en todas aparecen huellas, a diferencia de escarbaduras de zorros o tejones donde solo en algunas ocasiones se puede apreciar la huella del autor. De la misma forma que en escarbaduras de otros mamíferos el rastro que cuenta es la escarbadura, no el excremento o la huella que le acompañe, pues es algo casual.


                       c)Marcas en árbol

No varían su presencia ni en el tiempo, ni en el espacio, más allá de que sean marcas recientes o antiguas (meses). Muchas marcas recientes nos indican un uso intenso en el momento del rastreo, las viejas de un uso hace meses o incluso años (lo mismo sirve para las hozaduras o bañas reconocibles).

Ambas, marcas viejas y nuevas, pueden aparecer mezcladas en el mismo transecto o alternándose en distintos, La presencia de ambas es significativo de la presencia de la especie, pues hay que tener en cuenta que este animal se mueve en zonas distintas en épocas distintas del año.


En alguna ocasión es posible encontrar muchas huellas u hozaduras y ninguna marca en árboles, aunque esto no suele ser lo usual. Los datos de Sant Llorenç de Savall son muy curiosos, se realizaron dos transectos en una misma senda que ascendía unos 400 metros de desnivel, en la parte baja tan apenas apareció algún rastro de jabalí, pero llegado un punto el bosque estaba arado de hozaduras, pero en ninguno de los dos aparecieron rascaderos. En cualquier caso es un caso anecdótico la falta de rascaderos, no así las hozaduras que dejaban bien claro que el jabalí se estaba centrando en la parte alta. De todas forma muchas rascaduras pasan desapercibidas al no descortezar los árboles y solo una pequeña parte aperecen en sendas.

                        d)Bañeras

Las bañeras tampoco parecen verse afectadas por factores de ningún tipo, los jabalíes parecen bañarse en cualquier época del año (esto habría que estudiarlo) y las bañas duran meses siendo reconocibles. Al igual que las marcas en árbol solo se aprecia la presencia de bañas recientes o antiguas, mostrando la preferencia temporal por una zona u otra. Este rastro se ve profundamente influenciado por el tipo de suelo, así mientras se pueden localizar varias bañeras en un rato en zonas con un sustrato adecuado (tierra, arcillosa o no) donde el sustrato es arenoso prácticamente no se encontrará ninguna. En Baronia del Mar no se encuentran bañeras en una gran extensión, pero en una pequeña zona donde se amontonó tierra de una antigua cantera se encuentra un auténtico SPA. Este es la concentración de bañeras más espectacular que conozco, con las dos bañeras más grandes conocidas acompañadas de unas cuantas más pequeñas.
Marcas en árbol y bañas son rastros que permiten datos comparables, sin verse afectados, tan apenas, por factores aleatorios y el error estadístico es mínimo. Pero ambos rastros aparecen poco en las sendas lo que los hace relativamente representativos.
Las bañas se anotarán como rastro específico y no en el apartado “suelo”, por su especifidad.

                        e)Hozaduras

En gran medida también permiten obtener datos estadísticamente fiables. Pero aunque siempre es posible encontrar hozaduras, es verdad que la presencia de éstas está bastante influenciada por factores ecológicos y hozan más en determinadas épocas. Dentro de que hozan más en unas épocas que en otras también hozan más en unas zonas que en otras, esto se puede ver en muchos recorridos (Sant Llorenç de Savall).
El factor ecológico es importante pues en años de mala montanera, malos años, se pueden apreciar muchas más hozaduras, especialmente en prados de pasto o siega.

                        f)Piedras

Las piedras vueltas en busca de comida es un rastro raro de encontrar, aunque en algunas zonas puntualmente puede ser relativamente numerosa su presencia. Por su escasa y aleatoria presencia no es un rastro estadísticamente significativo. Se anotará en el apartado “suelo”.

                        g)Camas

Este rastro se presta más a unos datos que representen poco la realidad pues hay zonas donde es relativamente  fácil encontrar una o varias camas, incluso muchas (pinar de pino negro en Rioseta, Canfranc y en general cualquier lugar poco humanizado con un roquedo) y otras donde es prácticamente imposible (valle del Ebro y cualquier zona muy humanizada donde se refugian en zarzales o en el caso de grandes ríos en las islas)

Corzo
                        a)Huellas

Como animal de buen tamaño sus huellas dejan señal incluso en suelo relativamente duro, pero hay que tener en cuenta que en zonas boscosas no resulta fácil encontrar barro donde pueda haber huellas. En este momento en el que el corzo ha salido de las zonas boscosas a lugares más abiertos, sus huellas son más fáciles de localizar.
Es un rastro comparable, teniendo en cuenta las circunstancias del sustrato.

                        b)Excrementos

No resultan fáciles de localizar en zonas con abundante vegetación, pero son fáciles de reconocer. Es un rastro comparable.

                        c)Marcas en árbol

El corzo no pasa desapercibido, especialmente cuando la población es relativamente numerosa. Deja una gran cantidad de marcas en los árboles, en dos épocas distintas y de forma claramente distinta. Por un lado la escodadura, cuando se desprende del “terciopelo” en el que han crecido envueltas las cuernas. Utiliza muchas variedades de árboles y arbustos, con predilección por pinos y abetos muy jóvenes de entre uno y dos metros de altura. Seguidamente se dedica a marcar en árboles más gruesos, de hasta 20cms de diámetro, y preferiblemente en árboles de corteza lisa como hayas, álamos temblones o arces.
Ambas marcas son perfectamente reconocibles y numerosas, especialmente en determinados lugares. Este tipo de marcas suele estar acompañado de arañazos en el suelo, pero este rastro no se tendrá en cuenta en la estadística, al igual que las huellas que acompañan una escarbadura de zorro o jabalí, excepto en el caso de que el arañazo este aislado, no acompañando una marca en árbol. El rastro que interesa es la marca en el árbol, el arañazo va unido, al igual que las huellas o excrementos que acompañan hozaduras o escarbaduras.
Solo se anotarán las marcas recientes, de la temporada.
Es un rastro muy adecuado para comparaciones entre poblaciones y biotopos.
Hay que tener en cuenta que marcan especialmente en la orilla de las sendas, frente al bosque y que en determinadas zonas llamados “Pelaos” (Mateos-Quesada) aparece una gran cantidad de árboles marcados en un espacio reducido. Estos pelaos pueden recibir tratamiento puntual o bien ser incluidos dentro del transecto en el minuto que cueste atravesarlo. No es usual encontrar estos pelaos o reconocerlos si no se presta atención, pero son muy llamativos

                        d)Camas

Este rastro es un problema, pues hay autores que aceptan que el corzo hace camas arañando el suelo, parecen arañazos territoriales, y otros que no. Mi experiencia de años me dice que ambos tienen razón, pues de la misma forma que he rastreado intensamente zonas de corzo sin encontrar camas, en otras he visto unas cuantas en poco rato. Hay que ser prudentes pues una cama y el rastro de los arañazos se parecen mucho. La tierra “chafada” y la presencia de pelos, no siempre, les diferencian.

Ciervo
                      a)Huellas
                      Como el corzo.

                       b)Excrementos
                       Como el corzo.

                        c)Marcas en árbol

Como el corzo, pero las marcas después de la escodadura son menos numerosas y llamativas, excepto cuando unen rascadero, arañazos en el suelo y en la corteza, aunque este es un rastro muy raro. Pero de forma similar al corzo hay lugares especiales donde el ciervo concentra muchos árboles marcados.

Cabra montés

El principal problema al estudiar rastros de cabra montés radica en que en contados lugares no convive con el ganado doméstico. Se puede realizar los transectos por zonas de cabras en las épocas en que el ganado no está en el monte, lo que garantiza la clasificación correcta.

                        a)Huellas

Las huellas se atienen a las mismas normas que el resto, la calidad del sustrato.

                        b)Excrementos

Deben ser recientes (días o pocas semanas) para diferenciarlos claramente de los de ganado que hubiera pastado en la zona semanas atrás y para que los datos sean comparables con zonas donde no hay presencia de ganado.
Son relativamente representativos de la densidad de animales.

                        c)Ejemplares

A la cabra se le ve, en ocasiones mucho. Este si que es un dato que guarda una correlación con la abundancia de conejos y por lo tanto es un buen dato comparativo.

Tejón
                        a)Letrinas

Es una rastro relativamente costoso de encontrar por lo que no es importante estadísticamente, pero sí que es un rastro que aparece de forma más o menos uniforme en cualquier biotopo dependiendo de la abundancia de tejones, por lo que es estadísticamente comparable.

                        b)Huellas

Las huellas son el rastro más común del tejón, al ser unas patas y especialmente unas uñas tan grandes dejan marcas incluso en sustratos relativamente duros.
Como en el resto la cantidad de huellas dependerá del sustrato.

                        c)Escarbaduras

Son un rastro, en principio poco significativo, pues o no dejan una huella para reconocer al autor o no resulta fácil diferenciarlos del zorro, aunque a simple vista se diferencian mucho las manos de zorro y tejón en el campo hay que tener mucha experiencia para diferenciar las marcas de las uñas, a parte, por experiencia propia, aunque resulte extraño a menudo en las escarbaduras del tejón no hay rastro de las uñas. Otro factor es que varían mucho la cantidad de escarbaduras dependiendo de la época, pudiendo localizarse decenas en poco espacio o ninguna.
Por lo tanto es un rastro poco significativo y no comparable.
Cualquier cita de este tipo se anotará como “suelo”.

                        d)Tejoneras

La tejonera tampoco resulta un rastro estadísticamente significativo en los rastreos pues no aparecen en cantidad, aunque a veces si que se localizan varias en un mismo rastreo.
Por otra parte encontrar tejoneras depende mucho del biotopo donde se busca, a igual cantidad de tejones. En lugares humanizados tienen poco donde escoger y resulta fácil encontrar tejoneras, pero en el monte con buena cobertura es bastante difícil.
En general al tejón no le gusta que se vea la tejonera y por norma suele esconderla.
Las tejoneras en uso se contabilizan en la estadística pero las abandonadas no.
Por lo tanto la diferencia de coste en localizar tejoneras en unos biotopos u otros hace que este rastro sea no comparable y su escasa presencia en lo resultados poco significativo.
Aunque sí se pueden comparar distintos trabajos, realizados en zonas similares o repetidas en una zona concreta, específicos.

Zorro/garduña/marta

                       a)Huellas

Las huellas son un rastro bastante común de estas tres especies con un sustrato adecuado. Sus datos son comparables, teniendo en cuenta la situación del sustrato.

                       b)Excrementos

Los excrementos de estas tres especies son muy representativos y útiles, pero su presencia es demasiado aleatoria pues no marcan con la misma intensidad a lo largo del año, pudiendo representar un porcentaje altísimo de citas o ser meramente anecdóticos.
Los excrementos no son comparables entre situaciones de marcaje distintas debido a lo aleatorio de su presencia, pero, por un lado pueden permitir ayudar a conocer la fenología del marcaje y por otro sí que se prestan a una comparación los datos de los transectos en los que si marquen estas especies o en los que no marquen, evidentemente los datos totales del transecto se ven muy afectados. Las letrinas de la garduña son un rastro extraordinariamente escaso, fácilmente diferenciables de las de la jineta, por lo que no son en absoluto significativas.
Existe mucho valiente diferenciado excrementos, yo debo ser muy corto, pero en unos cuantos años me he ido encontrando no solo con excrementos muy raros de zorro, marta o garduña, también con alguno, de vez en cuando, de tejón o de jineta donde no les corresponde (esto ha costado tiempo averiguarlo), por no nombrar la enorme confusión entre zorro y gato en determinadas circunstancias.

                        c)Escarbaduras

Zorro igual que tejón.

                        d)Zorreras

Igual que las tejoneras, salvo que el zorro tiene menos problemas a la hora de ubicar la zorrera y no le importa en zonas con poca cobertura. En general son más fáciles de ver que las tejoneras.

Lince
                        a)Huellas

Las huellas son un rastro bastante común con un sustrato adecuado al ser un animal de cierto tamaño. Sus datos son comparables, teniendo en cuenta la situación del sustrato. Evidentemente el tamaño de la huella se presta a confusión, pues la huella de un gato montés adulto y grande y la de un lince jóven o no muy grande se pueden confundir.

                        b)Excrementos

Las letrinas del lince son fácilmente localizables, se mantienen en el tiempo y están relacionadas con la densidad de población.
Por lo tanto es un rastro fiable y comparable, sin confundirlo con el meloncillo.

Meloncillo
                        a)Huellas

Las huellas son un rastro bastante común con un sustrato adecuado al ser un animal de cierto tamaño. Sus datos son comparables, teniendo en cuenta la situación del sustrato.

                        b)Excrementos

Las letrinas son fácilmente localizables, se mantienen en el tiempo y están relacionadas con la densidad de población, pero hay que tener clara la diferencia con el lince.
Por lo tanto es un rastro fiable y comparable

Jineta
                        a)Huellas

Las huellas son un rastro bastante común con un sustrato adecuado. Pero existe una notable diferencia en la cantidad de huellas localizadas en el monte o en los sotos. En los primeros no es un rastro muy usual, pero en cambio a la jineta le encanta recorrer las orillas de ríos cerca del nivel del agua, que cuando va bajando, va dejando una lámina de barro donde la jineta deja gran cantidad de huellas.
Por lo tanto sus datos son comparables solo en biotopos similares.

                        b)Excrementos

Las letrinas de la jineta generalmente son fáciles de localizar, se mantienen en el tiempo y están relacionadas con la densidad de población.
Por lo tanto es un rastro fiable y comparable, aunque requiere un cierto esfuerzo extra en distintas ocasiones para localizar las letrinas, dependiendo, sobre todo de la fisonomía y la vegetación del entorno.
Los cortados, especialmente calizos o yesosos, son un polo de atracción para la jineta y es casi inimaginable no localizar una letrina, lo normal es varias. Los cortados, por su especificidad, se tratan como “sondeos puntuales”.

Nutria  
          
Si dentro de un transecto se revisa una zona palustre y aparecen rastros de nutria se anotan como una especie más, pero la nutria tiene su propia metodología que ha demostrado suficientemente su utilidad para estudiar amplias zonas, pero su inutilidad a la hora de someterse a una estadística.
Las huellas dependen totalmente de las subidas y bajadas del nivel del agua y del tipo de orilla y los excrementos del capricho del animal. Se precisan gran cantidad de datos para que los resultados sean válidos, por ejemplo los sondeos a lo largo de varios meses.

C) Especies para los que la metodología no es funcional            

Liebre 
           
No resulta fácil de localizar a la liebre sin experiencia, pero los datos, aunque escasos, son representativos y comparables.

                        a)Huellas
Como en conejo

                        b)Excrementos

Como en conejo, pero requiere algo más de experiencia. En el caso de excrementos aíslados no representa un problema diferenciarle del conejo, pero hay que ser prudente con las letrinas de la liebre.

                        c)Camas

No resulta fácil dar con las camas de la liebre, requiere experiencia y bastante esfuerzo, por lo que dedicándoles un esfuerzo específico son datos interesantes a la hora de comparar distintas poblaciones de liebre o en distintos biotopos, pero para la metodología de rastreo no es un rastro significativo, entre otras cosas por que tampoco las coloca en la orilla de las sendas.

Marmota   
         
La mezcla de huellas, pero sobre todo de ejemplares, excrementos y marmoteras permite obtener unos datos muy representativos y comparables de la marmota. Aunque en un animal diurno y fácil de ver y oír no merece la pena rastrearlo, teniendo en cuenta que la pradera donde vive no es un medio adecuado para ver huellas y el resto de rastros, letrina y marmoteras hay que buscarlas de exprofeso generalmente.

                        a)Huellas

Al vivir en la pradera alpina las huellas de marmota no resultan numerosas, excepto en las zonas por las que circula un riachuelo, hay ibones o sendas.
 Sus datos son comparables, teniendo en cuenta la situación del sustrato.

                        b)Excrementos

Son un rastro fácil de encontrar en un transecto normal, con una ubicación predecible y sin dificultad en su clasificación. Es un rastro comparable.

                        c)Marmoteras

A diferencia de zorreras, tejoneras o camas de corzo, liebre o jabalí, las marmoteras son fácilmente localizables e incluso visibles a distancia si están recién excavadas, cuidado no confundirlas con zorreras.

                         d)Silbidos

Los silbidos no se computarán para la metodología pues es un rastro muy aleatorio, además dependiendo de la fisonomía del terreno puede llegar a escucharse a varios kilómetros y ser muy numerosos en determinados momentos.

Gato montés   
         
Se parte de una máxima que no parece cuestionable ¡es imposible deiferenciarle del doméstico! Y el tamaño no sirve, solo podemos tener una cierta certeza si  la zona esta muy alejado de un núcleo urbano y en el caso del gato doméstico un núcleo urbano puede ser una sola casa a 500metros. Pero este animal plantea otros dos problemas, primero no le gusta el barro y resulta difícil ver sus huellas, excepto en la nieve. Segundo, sus letrinas no son nada fáciles de localizar y cuando deposita los excrementos en sendas son confundidos con los del zorro.

                        a)Huellas

Las huellas son un rastro bastante común con un sustrato adecuado al ser un animal de cierto tamaño. Sus datos son comparables, teniendo en cuenta la situación del sustrato.

                        b)Excrementos

Las letrinas del gato y en general los excrementos son muy polémicos pues ya se ha demostrado el gran porcentaje de error al diferenciar gato de zorro.
Requiere experiencia clasificar excrementos de gato, pero sobre toda una información clara y veraz de los excrementos del gato.
Se mantienen en el tiempo y están relacionadas con la densidad de población, pero no son fáciles de localizar.
Por lo tanto es un rastro fiable y comparable pero escaso y requiere experiencia.

           
Visones, turón

Las huellas de estas especies solo se localizan en la orilla de los ríos por lo que es un rastro de característica similar al de la nutria, pero no se puede diferenciar las huellas de estas tres especies en lugares donde coinciden, por lo que no es un dato estadísticamente comparable, solo sirve para saber que una o varias de estas especies están presentes. En el caso de rastros de turón en el monte se puede asegurar la especie, pero es muy escaso.
Los excrementos no son fáciles de localizar y los de ambos visones se pueden confundir, por lo que no es un rastro comparable.

Comadreja, armiño    
        
Los rastros de estas dos especies no son fáciles de localizar, a parte de por su tamaño, por el hecho de que no salen mucho a campo abierto fuera de la protección de la vegetación. Y no se puede afirmar a que especie pertenece la huella, excepto en los armiños más grandes.
Son datos testimoniales dentro de los transectos.

Erizo 
          
Los rastros que se localizan en el campo no son en absoluto representativos de la densidad de erizos y de no ser por las carreteras sería un animal que pasaría absolutamente desapercibido. No deja tan apenas huellas por el motivo que sea y sus excrementos no son fáciles de localizar y menos de clasificar. Cuando ha comido caracolas o insectos dejan sus restos muy triturados y esto es una característica, pero cuando ha comido frutos o carne no se diferencia mucho del de la garduña.
Por lo tanto los datos de erizo son anecdóticos, poco fiables y necesitan experiencia.

Oso  
         
La escasez natural de esta especie no permite encontrar muchos rastros. Precisa de una metodología propia y de transectos específicos.

Lobo

La practica imposibilidad, o al menos la necesidad de una gran experiencia, para diferenciar las huellas de lobo y perro no permite llevar unos datos dudosos a una estadística.
En el caso de los excrementos dependiendo del contenido se les puede diferenciar de los perros urbanos, pero no del de algunos pastores.

4 Pros y contras

Una premisa importante es que los rastros, reconocimiento, ubicación, fenología, etc. han sido muy bien estudiados en algunas especies, pero no así en otras, por lo que sería fundamental realizar trabajos específicos para que esta metodología adquiera su verdadera utilidad en el estudio de los mamíferos.

            Contras:

1º El encontrar rastros depende de la competencia del rastreador, pero rastreadores competentes encuentran, más o menos, lo mismo, pero también depende de la diferente dificultad de encontrar rastros en biotopos distintos, o sea, es mucho más fácil ver los rastros en unas condiciones de suelo y cobertura vegetal dadas, que en otras.

2º La presencia de huellas depende totalmente del sustrato y del estado de este. Tanto un mal sustrato, grava, hierba o roca, como una larga época sin lluvia, aunque el sustrato sea bueno (tierra), impiden encontrar huellas, pero siempre hay puntos muy concretos donde aparece alguna huella. Rastreando después de una lluvia, por lo menos moderada, se evita este problema en parte y se uniformizan los datos estadísticos al encontrarse huellas incluso en sustratos más inadecuados.

3º Los excrementos en las especies que marcan con ellos son un problema, pues los resultados de un rastreo pueden variar en un 100% dependiendo de la época o del lugar, incluso en zonas cercanas. Ocurre algo similar con algunas escarbaduras, por lo que resulta difícil comparar datos a menos que no sean en circunstancias similares.

4º Las huellas de los visones y del turón no se pueden diferenciar, ni las de comadreja y armiño, gato casero y montés si éste no es muy grande.

5º Algunos animales son abundantes y no dejan apenas rastros, caso del gato o el erizo. Los datos sí que son comparables intraespecificamente, pero al comparar biotopos no es lo mismo un grupo de especies que dejan muchos rastros en comparación con otra zona donde hay varias especies que no los dejan.
Por lo tanto a la hora de comparar los datos solo resultan equiparables dentro de una misma especie, al darle una puntuación a un biotopo hay que sumar distintas especies que resultan difícilmente comparables entre sí. Al comparar biotopos distintos las especies equivalentes pueden servir para compararlos, especies clave. Pero cada especie es distinta y muchas citas de zorro, tejón y meloncillo pueden hacer parecer más rica una zona, pero si introducimos un lince la estadística gana con una especie y sus rastros, pero pierde un montón de citas y tipos de rastros de los anteriores ya que la presencia del lince reduce notablemente su presencia. Seguramente con el lince la puntuación del biotopo sería menor, pero evidentemente la riqueza mayor.
Por lo tanto seria necesario hallar las equivalencias entre especies distintas, pero diferenciandolas en tres grupos claramente distintos: carnívoros, ungulados y roedores-lagomorfos-erizos y buscando una serie de especies clave.

            Pros:

1º La primera aportación es la presencia/ausencia de las especies en la zona de estudio y esto es más que suficiente para que el rastreo se convirtiera en la principal metodología de trabajo con la mayoría de los mamíferos. Un rastreo concreto puede producir pobres resultados, varios y en distinta época empiezan a reflejar la realidad.

2º Los datos estadísticos permiten comparar trabajos realizados en tiempo y espacio distintos, aunque requieren afinarlos con la práctica.

3º Comparando los datos de distintas zonas podemos ver densidades relativas comparativas.

4º Comparando los datos de distintas épocas o años en un lugar dado podemos ver la evolución de la densidad relativa de las poblaciones en el tiempo.

5º Comparando los datos de una especie dada podemos ver su abundancia relativa en distintas zonas y épocas y su evolución.

6º Al ser una metodología sencilla y al alcance de cualquier naturalista permite recopilar una información muy superior a la actual de la distribución de los mamíferos y de su realidad, especialmente en núcleos urbanos donde se considera, erróneamente, imposible su presencia (ver “Mamíferos urbanos en Zaragoza, Sanz B., Galemys, volumen 10, junio 2000).

7º Acercar los mamíferos a cualquier persona con un poco de experiencia a diferencia de las otras metodologías que no se encuentran al alcance de cualquiera.

8º El gran sesgo que suponen distintos sustratos, coberturas o grado de defecación de los animales que marcan con los excrementos solo lo es en caso de realizar uno o unos pocos transectos en una época dada. Repetir un número de transectos cada cierto tiempo, en las cuatro estaciones suma una serie de datos cada vez con menos sesgo.


          Comparación de resultados de distintos tipos de metodologías



  4ª Resumen

      1º La medida es el tiempo.
      2º Se anda a una velocidad de “paseo lento”, 1,5km/h 
      3º Se toman datos dentro de una franja de 5 metros.
      4º Los transectos se escogen en función del terreno y de los lugares interesantes.
      5º Se realizan transectos, pero en puntos especiales se hace un “rastreo puntual sin que cuente el tiempo empleado.
    
     Transectos
  1º Los transectos parten de una duración base de 1hora, extrapolando el tiempoempleado en los mismos cuando son de una duración de 15 o de 30 min.
  2º Se toma como unidad de medida el minuto, o sea un mismo rastro solo se anota una vez por minuto aunque haya aparecido en varias ocasiones ( del mismo animal/mismo rastro).
  3º El tiempo que se mide es el del desplazamiento, parando el cronómetro mientras se analiza y anota cada rastro.

     Condiciones  para realizar los transectos
  1º Los transectos se realizan a partir del 2º-3º día tras una lluvia, y se evita realizarlos sustrato seco.
  2º Se toman datos del sustrato 1-2-3-4
  3º Se toman datos de la cobertura A-B-C
     
  Anotación de rastros
  1º Se toma nota de cada cita y del tipo de rastro encontrado.
  2º Se toma cita de rastros distintos de un mismo animal aunque estén juntos. En el caso de una escarbadura solo se cuenta esta y no la huella o el excremento que le acompañe.
  3º Las marcas en árbol solo se anotan si son recientes o del año. Escarvaduras, bañeras, etc. o restos de alimentación (ardilla) también se anotan solo si son recientes.

     Datos estadísticos

                 Para especies:
  1º Las citas se extrapolan a 1hora.

                 Para biotopos
  1º Nº de citas
  2º Nº de tipos de rastros
  3º Nº de especies
  4º La suma de nº de citas, nº de tipos de rastros y nº de especies aportan la Puntuación
  5º El valor total de todos los transectos se extrapola a una hora.
  6º Se toman en cuenta los transectos negativos para hallar la media de un biotopo, pero no para la media en el caso de comparar especies, a menos que no se tenga la certeza de su presencia o ausencia.
  7º Los datos se puede segregar en dos valores: 1º Abundancia (de especies) 2º Variedad (de rastros y citas)

  






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